Naga Vanshi - Naga!InglaterraXLectora (AU)

Capitulo 15

Naga Vanshi Cap. 15º - Naga!InglaterraXLectora

Disclaimer: Hetalia y sus personajes originales son pertenecientes a Hidekaz Himaruya, nada más me ocupo de la escenografía y la historia; Luna (México) es una OC perteneciente a Latin_Hetalia; La lectora le pertenece a Arthur naga.

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Ubicada en las faldas de la gran montaña que se erigía frente a nosotros se abría una gruta amplia de la que salía luz de una hoguera; todos nosotros, incluyendo a Alfred, pasamos sin dificultad dentro de la grieta pero qué sorpresa nos llevamos cuando Iván, un naga de huesos grandes y guardián del dragón carmesí, pudiera entrar detrás sin problema alguno y manteniendo su sonrisa al volver a su cálida guarida.

Dentro era una gran caverna con varios accesos a otras cuevas como galerías, con una fogata como luz principal; las paredes del salón recibidor estaban decoradas con plumas de aves, cuero de pescado, y piel y huesos de animales grandes. Parecía la casa de un cazador furtivo a primera vista y considerando lo oculta que está, salvo porque a un rincón de la caverna había ¡oh, sorpresa!, piel vieja de naga.

-...... - Seguro recordarán la mala broma que me jugó Arthur días atrás con su muda de piel, era algo aún traumatizante para mí; y pensar que dentro de poco seré una naga también.

-Confortable ¿verdad da? Todo está hecho gracias al poder del reciclaje da.- Dijo Iván detrás de nosotros haciéndonos brincar de los nervios.- Deben tener hambre y frío luego de viajar tanto, así que haré que les traigan algo de té da. ¡Ya llegué a casa da~!

-¿A quién llamas? – Se preguntó Alfred chocando con un oso disecado.

-Oh, sólo a mis sirvientes da. Me cuesta bastante mantener la casa aseada y la comida lista con mi trabajo de guardián de la montaña da.- Explicó el naga de ojos morados sentándose sobre una banca de hueso tapizado de piel de animal.- Pero encontré a esos tres nagas en uno de mis recorridos a la cima y me pareció una buena idea dejarlos trabajar en mi casa da.

En ese instante, al salón recibidor entraron tres nagas que tiritaban por algo que tal vez no era por el frío: uno de ellos tenía el cabello rubio y corto, un poco más opacado que el de los tres nagas de nuestro grupo; de ojos verde y requería el uso de lentes como los hermanos de Arthur; su cola era de escamas azul rey. Otro tenía una melena castaña clara opacada que le llegaba a los hombros; sus ojos eran azules y su estatura era la misma que la del naga antes descrito; su cola tenía escamas verde oliva; él sostenía una charola de metal con unas tazas y una tetera de fina porcelana. El tercero era el más bajo de los tres, con su pelo rubio cenizo erizado y ojos azules, acabando por su cola de color rojo bermellón. Mientras ellos miraban con temor a quien era su jefe, entendí el motivo por el que temblaban como juguetes a cuerda.

-Ah, ahí están da. Toris, Eduard, Raivis, quiero que conozcan a mis invitados y que los traten bien da.- Les explicó el peli plateado a sus sirvientes con una sonrisa, incluso mencionando lo siguiente.- Y que no se les caiga el té como pasó la última vez con Yao, todavía me saca en cara que su ropa está hecha de seda carísima da.

-S-Sí, señor Iván.- Dijeron los tres al unísono, antes de que el naga con la charola sirviera el té usando su cola como una tercera mano para tomar la tetera. Temblorosamente, el naga castaño se acercó a nosotros para ofrecernos una taza; cortésmente le acepté una así como lo hizo Arthur; él tomaba la taza como si se tratara de un caballero inglés, aunque claro su madre era inglesa, seguro le habrá enseñado algo más que sólo lengua británica.