Llamas cruzadas

Capítulo 7

Durante todo el camino hasta casa me estuve repitiendo lo mismo:

--¡Eres idiota! ¿Enserio, preguntar si quiere que te vayas? ¿No has visto la mirada que tenia? ¡Quería que la besases, imbécil! -pensaba.

Llegué a casa y creo que mi madre me saludó, pero la verdad no me importó, me fui a mi habitación, me tumbé en la cama, aplasté mi cara contra el cojín y empecé a pensar en lo que podría haber pasado si no la hubiese cagado.

--Seguro que ahora esta sintiéndose estúpida por lo que ha hecho y odiándome a muerte, pero eso es normal... Yo me estoy odiando a muerte a mi mismo así que, ¿porque ella no? -pensé.

La mañana siguiente fue una de las pocas mañanas en las que me desperté antes que mi alarma, aunque no creo que fuese justo ya que pasé la noche en vela imaginando como estaría ella, odiándome por hacerla estar triste (que es a la conclusión final a la que llegué) y imaginando lo que ya había imaginado miles de veces, nosotros dos saliendo, lo que tanto anhelaba mi alma.

Pasé a buscar a Chuck y nos pasamos el trayecto hasta el insti el contándome el polvo que había echado esa misma noche y yo diciendo de vez en cuando "¿Enserio?", "Wow", "¿Eso te hizo?", "¿Donde las encuentras tío?".

-Oye, ¿te pasa algo?

-¿A mi? ¡Que va! ¿Que me va a pasar?

-No se, por eso pregunto, ¿sabes?

-Tranquilo, no me pasa nada.

-Es que te noto... no sé... algo decaído... casi como amargado.

-Imaginaciones tuyas... ¡Estoy bien! -mentí. ¿Como se me puede dar tan bien esconder mis sentimientos? Es un don, supongo- Va, sigue contándome lo de la rubia esa y lo que hacía con la boca.

-Aaaaaah, pillín, pues mira coge la tía y... -y volví a desconectar.

Llegamos al instituto y me fui rápido para clase, esperando encontrar allí a Alex. Si de algo sirve pasar una noche en vela es para armar el plan perfecto para reconquistarla. Esperaría a que ella entrase en clase, iría con ella, la levantaría de su silla, la acercaría a mí, la miraría a los ojos y cuando estuviésemos a escasos centímetros le diría: "No lo sientas" y la besaría apasionadamente, ella correspondería al beso, sonreiríamos y PUM, magia hecha.

Solo había un fallo en el plan.

-¿No ha venido Alex? Bueno, pues falta injustificada -dijo el profesor mientras pasaba lista.

¡Mierda! Solo una cosa podía ir mal, y fue mal. ¡Te odio Murphy! 

Me pasé todo el día pensando si sería buena idea ir a visitarla a su casa o incluso preguntarle por WhatsApp por que no había venido, pero al ver que me había bloqueado esa opción quedó anulada. Decidí que a la hora del patio me escaparía y iría a verla, además, después tenía francés, y odio el francés, así que mato dos pájaros de un tiro.

Sonó la campana, lo que significaba que mi plan se ponía en marcha. Conseguí salir del instituto sin que nadie me viese (o eso creo) y me fui a su casa a verla. Llamé al timbre.

-¡Voy! -se oyó desde dentro.

Abrió la puerta unos segundos, se ató bien la bata, vio que yo era el que estaba al otro lado de la puerta y cerró rápidamente.

-Me tomaré eso como que no quieres verme.

-Vete -dijo con una voz casi cortada.

-Por favor, abre, lo único que quiero es hablar contigo. Osea, no quiero decir que no quiera otras cosas. ¡Y con esto no quiero decir que venga a buscar... Agh, mierda.