Día 3

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Magnus se encontraba en su lof, acostado en uno de los sillones que estaban allí, el cielo estaba completamente despejado y se podía contemplar cada una de las millones de estrellas que había; parpadeó y sonrió al recordar la noche, hace un par de años en la que había besado a Alec, por primera vez, cuando habían empezado a salir.

¿Y ahora? De nuevo lo tenía con él. Pero la historia se volvería a repetir, él se iría….y esta vez para siempre y no podía hacer nada para que no ocurriera eso.

Sin darse cuenta ya estaba llorando, joder, estaba llorando como cuando era niño, se limpió rápidamente los ojos para desaparecer las lágrimas, pero el pensamiento cada vez le retumbaba en la cabeza “menos de dos semanas”.

No quería perder a Alec, no de nuevo, no quería que él muriera. Por que si Alec moría, él también.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando le taparon los ojos.

-¿Quién soy? -dijo una voz algo cambiante.

Al escuchar esa voz, magnus salió de sus pensamientos, tenía la idea de quién se trataba, pero siguió el juego.

-Mmm...no sé..-Magnus sonreía al saber que Alec se había colado a la terraza para darle una sorpresa. Las manos frías desaparecieron y Magnus pudo abrir los ojos, se sentó y miro.- Ah, hola Camille.- sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

Estaba desilucionado, desde hace un día que no veía a Alec. Ya que él había dicho que necesitaba pasar tiempo con su familia, si es que de verdad había empezado su cuenta regresiva, no tenía tiempo que perder.

-¿Cómo estás, guapo?-dijo Camille.

-Bueno, ya sabes…

-¿Ya sé? Pensé que me dirías…”Camille, me alegro que estés aquí”...o algo así.

-Camille,no es un buen momento.

-¿Por qué? -dijo mientras tenía una leve sonrisa en esos labios rojos- ah, ya...es por lo de Alec, no?

Magnus asintió tratando de ignorar el nudo que se le hacía en la garganta.

-Ay, cariño, no te preocupes por eso... además no fue él quién no quiso usar el casco?

Magnus no dijo nada,en este momento no quería discutir, dió un suspiro y miró hacía otro lado.

Camille dió un suspiro y trato de compadecerse.-Magnus, tranquilo...todo irá bien.

-¿Qué no me preocupe? -la miró- El médico dijo que…

-Ya sé lo que dijo el médico, ¿Por qué te pones así? Es que ¿acaso lo sigues amando? -Camille lo miró mal.

-Sí, Camille, aún lo amo…-dijo Magnus sin dudar, mirándole a esos fríos ojos.

-Quieres decir que me dejas por ese chico? ¿Qué lo nuestro ya se acabó? -lo había mirado con una sonrisa en los labios-

-Camille, lo nuestro terminó hace más de un año.

-No mientas.

-No miento. Es la verdad, yo siempre amé y amaré a Alec.

Camille iba a decir algo, pero Magnus se paró y fue al barandal y miró toda la ciudad, no quería seguir escuchando, solo quería ver a Alec y pasar tiempo con él, era la única persona que necesitaba en estos momentos.

Unos brazos le rodearon la cintura.- Oye, lo siento…-murmuró Camille, besándole el hombro- no quería que te enfadaras.

-Ni yo quiero enfadarme, pero debes comprenderme…

16 Días con él .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora