Supervivencia Kobold

Duna

—Soy Duny, debiste entenderlo.

Dejó escapar en un gruñido la seca voz de una figura encapuchada. Su oyente nada podía decir desde el charco de sangre y carne molida a sus pies.
Un hocico se podía ver bajo la capucha, aunque el resto de su cuerpo estaba oculto por una capa beige.

  Los altercados entre humanos y kobolds no eran particularmente escasos a pesar de los tratados posteriores a la guerra. Muchas veces eran iniciados por humanos altaneros, o simplemente bravucones, que no creían en la agilidad de esta raza. Aunque generalmente los conflictos se podían evitar con solo alejarse, Duny tenía gran resentimiento a la raza que lo tenía esclavo pocos años atras; era difícil para él olvidar tanto tiempo de ser obligado a luchar a muerte por solo un plato de comida y a veces un trapo para secarse cuando llovia, pues dormia a la intemperie.

—Malditos humanos. Otra vez...

El encapuchado maldecia a la especie, aunque también a su suerte, por tener que huir de otro pueblo más. Esta no era la primera vez que algo asi sucedía y siempre terminaba igual. Huyendo antes que sea visto, la discriminación no es solo existente en las mentes de alcoholicos que uno encuentra en el bar, algunos policías también suele menospreciar a los kobolds o, peor aún, desear sus muertes.

  Un relámpago ilumina el cielo anunciando la tormenta que se avecina y una lluvia que ayudará bastante a esconder el rastro de sangre y olores del difunto. Duny sabe esto, por eso se alegra de tener el clima de su lado para huir con mayor facilidad.

  Los kobolds no son ms fuertes que los humanos, de hecho son un poco mas débiles, pero sus fuertes cuellos les permiten dar poderosos mordiscos y triturar sin muchos problemas los huesos; pero algo mas importante es que son mucho mas ágiles y rápido que otras especies. Aunque él no sea particularmente sobresaliente, Duny podrá estar en el poblado mas cercano para el mediodía, eso es recorrer unos doscientos kilometros, lo que tomaria alrededor de tres dias para una persona, sin vehiculos ni monturas por supuesto.

—Tomaré esto como resarcimiento por las molestias, permiso.

  Decía tomando con cuidado el dinero, un simple saco con monedas plateadas, del bolsillo del difunto. Aunque el mundo ha sufrido un fuerte retroceso tecnológico, la mayoría de las transacciones de dinero se hacen a través de tarjetas, aunque el metal se sigue usando para cosas mas personales o pequeñas y es raro verlo en grandes cantidades; sin embargo unas pocas monedas hacen la diferencia entre comer en un plato o en un basural.
 
  Duny no se quedó un minuto de más en el lugar, tenia suficiente alimento en su estomago para correr toda la noche. Los chips implantados en sus ojos le permitian ver durante la noche, por ello tampoco le preocupaba la luz.

  Durante la carrera su mente repasaba lo sucedido y las razones por la que tenia que volver a escapar. El humano torpe, de algún modo, lo habia reconocido de un pueblo anterior donde fué el testigo de otra lucha suya con el mismo final; le dijo eso al kobold y lo llamo a un pequeño espacio detras del bar para extorsionarlo sin saber que ese sería su ultimo aliento.

—Deberé ser mas cuidadoso. —se trataba de convencer a sí mismo.