Capítulo 7

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Publicado Originalmente: Mediados 2014

Versiones Pasadas: 13 de Noviembre de 2016, 4 de Febrero de 2020

Versiones Pasadas: 13 de Noviembre de 2016, 4 de Febrero de 2020

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—Dices que tu elegida fue una chica humana. ¿Estás hablando en serio papa? —pregunto David sorprendido. No se esperaba esa confesión.

—Fue hace mucho tiempo. Era solo un adolecente con sueños y metas. Sufrí demasiado y también madure. Es por eso que no quiero que te veas enfrentado a lo mismo, David. No quiero que te veas enfrentado a los problemas de la sociedad. Lo que conlleva tener una elegida fuera de este mundo. Tu mundo.

David bajo la cabeza. ¿Pero que se supone que haga si su elegida estaba allá? ¿Ignorarlo como si no importara nada? Esa no era la acción que él quería tomar. No podía darse por vencido.

—Pero si mi elegida se encuentra allá, ¿Por qué debo renunciar a ella? ¿No sería mejor permitirme tomar la mejor decisión? Entiendo tu punto papa, pero espero que comprendas el mío.

—La vida es un puñal de doble filo. Sé que lo mejor es no arriesgarse. Lo mejor es dejar las cosas como están. Porque la vida es así de injusta. Porque como rey hay que proteger el reino y si tu elegida fuera humana, las cosas se volverían un desastre. Nadie la aceptaría, sería una barbaridad. Cualquier decisión no será buena. Uno de los dos perderá, ya sea tú renunciando a todo esto o ella renunciando a su vida humana. Y es bueno que sepas que si ella opta por renunciar, el pueblo sabrá que es diferente y no la aceptaran con facilidad.

—Papa, las cosas no tienen por qué terminar así. Uno puede ser feliz sin tener que tomar decisiones que afecten a ambas partes. Además, el pueblo desea un rey honesto y que sea feliz en su matrimonio. ¿Por qué tendrían que impedir la felicidad de este? O ¿Por qué tu permitiste que tu padre tomara esa decisión que marco tu vida?

Mariano observo a su hijo. Sus ojos verdes expresaban todas sus emociones. David siempre había sido un libro abierto. Fácil de saber que pasaba por su mente. Aunque por primera vez, se le estaba dificultando saber lo que ese muchacho pensaba. Estaba consiente que David no era como él. Siempre ha sido rebelde, pero nunca le ha dado razones para dudar de él. A veces sentía que era demasiado duro.

—Tu abuelo vivía a la antigua. Jamás se detuvo a pensar en las posibilidades. Todo estaba mal y jamás me lo perdono. Me culpo a mí de algo que decidía el destino. Nada cambio después que acepte el matrimonio con la hija de los príncipes del norte de Inglaterra. Tu madre jamás me perdono no haberla hecho feliz. Me culpo por eso, como también me culpo por haber sido un cobarde. No tuve tiempo para lamentarme. El trabajo me absorbió. Lo mejor será que cerremos este tema, David. Espero que entiendas que las reglas están por algo. Yo más que tu deseo que las cosas fueran distintas.

—Dices haber sufrido demasiado, pero quieres hacerme lo mismo. ¿No aprendiste nada de esta lección, papa? Los tiempos han cambiado y tú no eres como el abuelo. No tienes por qué aceptar esto. ¿Por qué decidieron tenerme de inmediato?

Marina: No quiero perderte (HDM #1) © (Disponible en papel y digital)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora