Max Cooper es un chico de dieciocho años que lo tiene todo; dinero, chicas y amigos que se preocupan por él. Sin embargo, la vida lo conduce a Isabella Weaver; una dulce chica llegada de un viejo pueblo. Max, a penas verla supo que sería su perdició...
Una nueva familia, nuevas personas, costumbres, colegio, compañeros...una nueva vida.
La despedida con mi abuela fue...muy emotiva, no lo espere, creía que mi abuela ya se había hecho la idea de que no nos veríamos por un tiempo, pero se puso a llorar y a apachurradas con un fuerte abrazo. La extrañare mucho, pero le prometí visitarla cuando se me presentara la oportunidad.
El vuelo duró cuatro horas, felizmente me dormí porque no soy muy fanática de las alturas. Mi padre también calló en los brazos del morfeo, y logre conocerlo mejor, ya sé que cuando duerme ronca, y muy fuerte.
...
-Al fin en tierra - exclama mi padre. Vaya, no soy la única que rechaza las alturas.
-Si hubiese vomitado, no estaría muy segura si lo hice por la altura o por la comida de el avión, es cierto lo que dicen - me quejo.
-Si - concuerda mi padre - es cierto, su mala fama es conocida a nivel mundial, pero podría ser peor.
-A si? Como? - cuestiono.
-Nosotros viajamos en primera clase, lo sirven mejor ahí.
-En serio? pobres los demás.
-Ahí está el chofer - señal a un señor que está al costado de un lujoso carro - te lo presentaré, es uno de mis trabajador mas fieles y una excelente persona, te agradará - me va diciendo conforme nos vamos acercando.
-Franco, ella es mi hija menor Isabella - me presenta mi padre.
-Un gusto Isabella - sonríe extendiéndome la mano en forma de saludo y la tomo.
-Es un gusto señor Franco - le sonrió de vuelta.
- Señor Josh, su niña es hermosa.
Me sonrojo, nunca nadie me había dicho algún alago, excepto mis vecinos, pero yo pensé que lo decían porque soy joven y no tengo arrugas. Nunca me he considerado alguien hermosa, mucho menos bonita, solo alguien normal, de hecho, nunca e pensado o dado mas de la importancia que se merece.
-Así es, sacó la belleza a su madre - si, mi madre era muy hermosa, pero murió muy joven.
Subimos al auto y Franco arranca.
-Debes cuidarla mucho, - continuó Franco - aquí en la ciudad hay muchos chicos que querrán acercarse a ella.
No creo que sea para tanto, si llamo la atención es porque soy una cara nueva. Además, en el tema de los chicos y los novios yo no le entro, nunca me han llamado la atención, y no estoy para el amor y todo eso.
-Si - continúan hablando como si yo no estuviera presente - es por eso que le pedí explícitamente a Max que no deje que ningún chico se le acerque.
Max...quien es? Acaso es el otro hijo de Mónica, mi hermanastro?
Mi padre nota que estoy perdida, así que decide iluminarme.
-Max es tu nuevo hermano mayor, tiene dieciocho años y estudiara contigo - explica mi padre - ambos, junto con Emma irán a una escuela donde también te preparan para la universidad.
-Oh...está bien.
...
Bajamos del auto y lo primero que veo es una enorme casa.
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