Castle | Sasuke Uchiha

❄Cuarta parte❄

🌸«El Príncipe y la Princesa»🌸

|Narra Haru|

El camino a su casa fue tranquilo después de lo ocurrido, no entendí muy bien lo que pasó, pero mi corazón se aceleró tanto que tuve miedo de que se marchara de su sitio por unos segundos.

No entendí tampoco el enfado de Sakura, ¿porque se enfadó así conmigo? Lo peor de todo es que no le dije nada durante el entrenamiento. Puede que esté enfadada conmigo por Sasuke, pero tampoco he hecho nada que tenga que ver con Sasuke. De verdad, no entiendo nada.

—Sasuke.

Él me miró.

—Sakura está enamorada de ti, ¿verdad?

Esa pregunta le sorprendió, no se lo esperaba para nada.

—Si, supongo. Eso es lo que da a entender siempre que estoy con ella.

Asiento.

—Entonces, ¿porque no le correspondes? Osea, no lo entiendo. Sakura es guapa, inteligente y poderosa. Un chico caería fácilmente a sus pies, ¿por qué tu no? —me quedé mirandolo fijamente y después de unos segundos me di cuenta de que no debi haber preguntado tal cosa, es personal —Lo siento, Sasuke, no debí preguntar. A veces soy demasiado curiosa.

—No, está bien. Bueno, supongo que busco otra cosa. —dijo respondiendo a mi pregunta —Sakura es chillona. Lo que quiero decir, es que no me atrae, por ninguno de los sentidos. A veces es inmadura y pegona.

Me río al ver la cara que pone.

—Si, de eso ya me di cuenta durante estos días —me río aún más.

—Y bueno, lo tuyo es peor, tendrás que casarte con un príncipe de esos por obligación para aumentar tu reino, tener hijos y ser toda la vida infeliz.

Me paro de repente.

—No había pensado en eso —bajo la cabeza, pensando que tiene toda la razón del mundo. —Mi madre me obligó a mirar príncipes para ver cual me gustaba más, como si fueran zapatos, ¿sabes? Y obligarme a casarme y tener hijos con el que mas me gustara —se me empezaban a llenar los ojos de lágrimas, no podía creer lo que iba a pasar.

—Y, ¿porque no puedes casarte con el que amas?

—Es tradición —digo con la voz entrecortada —, mi madre se casó con un príncipe, mi abuela con otro y la madre de mi abuela con otro. Siempre ha sido así.

—¿Seria como traicionar a la familia, entonces?

—Más o menos —digo mirándole a los ojos —, pero no podré hacer eso. Sé que no podré.

—¿Por qué?

—Porque... —no puedo acabar la frase, ya que empiezo a llorar a mares.

Sasuke viene hacia mi a grandes zancadas y hace algo que me sorprende, me abraza.

Estamos así durante minutos, hasta que me relajo del todo.

—¿Estas mejor? —pregunta.

Asiento en su pecho y me aparto para mirarle.

—Siento esto, no debí ponerme a llorar así por eso.

—No te preocupes, está bien.

Sonreímos.

—Bueno, quiero que sepas que si te casas con un príncipe de esos que no te gustan te secuestraré y nos iremos los dos lejos para que no nos encuentren. —dice sujetándome la cara.

—Sasuke... ¿me lo prometes?

—Te lo prometo, te lo juro, y te doy mi palabra de que será así.

🌹...🌹

Llegamos a casa de Sasuke después de unos minutos, me enseñó la casa e incluso me dejó quedarme en su habitación.

—¿Y tú dónde dormiras? —pregunté confusa, ya que esta era su habitación.

—Dormiré al lado, en la habitación de mi hermano. Si necesitas algo, solo ven y dímelo.

Antes de irse de la habitación me recordó:

—Mi casa es tu casa, sientete libre de hacer lo que quieras cuando quieras. Pero eso sí, si quieres marcharte a algún sitio me tendrás que avisar.

Yo asentí de acuerdo con todo, cerró la puerta corrediza y se marchó.

Mientras tanto en Yukigakure...

—¡Maldita sea! ¿Habeis perdido a la chica? ¡Como podéis ser tan idiotas!

—Lo sentimos señor, paramos a comer y...

—¡No quiero oir más palabrerías vuestras! —dijo totalmente enfadado —¡Matadlos!

Sus dos guardaespaldas -los cuales estaban a los lados suyos del trono de hielo- desenvainaron la espada y fueron a por ellos mientras que otros dos espadachines agarraban a los, ahora, presos.

—¡No podéis hacernos esto, señor! —gritaban mientras se ponían de rodillas.

—¡No los matéis aquí! —ordena ahora —Encadenarlos en las fosas de chakra, mejor. —sonríe mientras los ve alejarse con los cuatro espadachines.

—¡No, ahí no! ¡Moriremos, señor, moriremos! —gritaba uno de ellos mientras eran arrastrados dirección a las fosas, mientras él sonreía aún más.

—Eso es lo que quiero —susurra para él mismo con una sonrisa socarrona.

Se acomoda de nuevo en su, ahora, trono de hielo y empieza a jugar con los dedos, pensativo.

Sonrie de nuevo, macabremente. Ya se le había ocurrido un plan, y era el mejor plan que podría haber pensado jamás.

—Traermelo. Necesito mi plan B, ahora. —ordena a otros guardias.

Después de unos minutos entran con un nuevo hombre. El plan B. El plan perfecto.

—¿Estas listo para la misión que he estado planeando todos estos años? —pregunta al hombre, poniéndose hacia adelante.

—Si, señor Uchiha. Estoy más que listo.

—Bien. —vuelve a sonreír, como si supiera que todo le esta saliendo según lo planeado, y vuelve a acomodarse en el trono. —Mañana en la madrugada empezarás el plan.