Imagina... Con Lauren Jauregui.

Intimidada. (Parte final)

Una personita por ahí, llamada @yle194 me propuso que hiciera una segunda parte de este OS, y después de mucha deliberación con mi cerebro, llegué a la conclusión de que ¿why not?

Espero que les guste ;)

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Verónica P.D.V:

Seis meses después.

El olor que emanaba mi Espresso Americano recién hecho, comprado en el Starbucks de al lado de ArtFuture, era todo lo bueno de este mundo. Le arrancaba a los lunes ese sentido deprimente.

Entré al edificio de la empresa y saludé a William el recepcionista, con una sonrisa. Seguí caminando hacia el ascensor, admirando lo mucho que la llegada de nuestro equipo le había hecho al lugar. Los colores llamativos alrededor me hacían sentir muy optimista.

Apreté el botón de llamado del ascensor y me dispuse a esperar con paciencia, mientras le daba un sorbo a mi delicioso café, y de repente sentí la llegada de alguien a mi lado. Mi sexto sentido me hizo sonreír al darme cuenta de que era _______.

-Buenos días. -Dije con una sonrisa, y volteando a verla. Ella ni siquiera levantó la mirada, porque la mantenía fija en unos papeles que examinaba seriamente.

-Buenos días. -Murmuró, aunque más bien eso pareció un gruñido.

Tenía ojeras bastante pronunciadas, y mi sonrisa se borró un poco. Me daba algo de dolor verla así.

Porque se estaba consumiendo.

-¿Quieres café? -Dije extendiéndole el envase para llevar, con el café humeante en el interior.

-No, gracias. -Me lanzó una breve mirada con una sonrisa y volvió a su lectura.

-¿Ocupada? -Pregunté tratando de mantener la conversación.

-Algo así. -Admitió, y luego se estremeció al escuchar la voz de su jefa, que a la vez era la mujer que la estaba desquiciando. Lauren Jauregui.

-Buenos días, William. -Dijo con clara sencillez Lauren, seguida por la respuesta del chico. _______ suspiró y se inclinó para apretar el botón del ascensor, tratando de apresurar la llegada del mismo.

-Eso no sirve de mucho, en realidad. -Dije con una sonrisa de medio lado. _______ murmuró algo que no pude entender y de repente, a su lado, se detuvo Lauren. Siempre con su aire de superioridad, a pesar de que incluso esta vez se decidió por dejar los vestidos a un lado, y prefirió una vestimenta un poco más informal, que consistía en una chaqueta de jean tradicional, una camisa de tirantes negra y un pantalón deportivo del mismo color de la camisa.

Lauren siempre con ese tipo de ímpetu demostraba que podía vestirse como quisiera al ir a su empresa, porque la realidad es que siempre se vería espectacular. Pero, más que todo, creo que ella sabía que a _______ le enloquecía más el verla con ese tipo de atuendos. Sobretodo si se dejaba, como siempre, el cabello suelto como una espectacular melena, y si se maquillaba los ojos de manera de que el color verde de su iris le diera como un aire de felino sexy a punto de atacar. No son palabras mías, sino de la mismísima _______. Y qué casualidad de que mi amiga sea la presa favorita de esa cazadora.

-Buenos días, señoritas. -Dijo con suspicacia al instante de colocarse a nuestro lado.

-Buenos días. -Dijo _______ de una manera fría y al instante de que Lauren pronunciara las palabras. Como si estuviese preparándose para responder desde hace mucho.