Por culpa del alcohol.

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—A-ah...R-Rick... Ric- —sus labios fueron sellados por un lujurioso beso del mayor.

—Ca-calla Mo-Morty  —susurró apenas separando sus labios de los contrarios, estaba hambriento de ganas por saborear cada minúscula parte de esos tiernos e inocentes labios. No podía detener el deseo de eso, y si no fuera porque sus pulmones le exigían aire, no hubiera frenado. 

-A-aghm R-Rick -soltó Morty en una especie de gemido. Su respiración estaba agitada, su rostro coloreado de una hermosa tonalidad carmesí y su cuerpo temblaba por deseos de seguir con ese acto. Cosa que Rick intentó hacer, volvió a inclinarse para cazar los labios del otro, cosa en la que falló.

  —E-Espera ... Ri-Rick —pidió el castaño apoyando su espalda en la pared para escapar, estaba intentando recuperar el aliento y encontrarle el sentido a lo que estaba sucediendo en su habitación—, Cr-creo qu-que bebiste mu- ¡ugh! —El científico no logró aguantar su pasión y volvió a arremeter contra el menor, aprovechando la posición en la que se había colocado para arrinconarlo entre una lluvia de besos y caricias a las cuales Morty cedió tratando de corresponder lo más que podía, cosa imposible. No podía seguir el ritmo de esa boca que lo devoraba con gusto y mucho menos a esa lengua que se paseaba por el interior de la suya con total libertad; con autoridad. Y aquellas manos. Ah, lo estaban volviendo loco, acariciando sus caderas con movimientos suaves pero posesivas, subiendo lentamente hasta llegar a su rostro, lugar en donde se frenaron.  

Otra vez sus labios se vieron forzados a separarse por el aire, Rick lo miraba tambaleante por tanto alcohol que había ingerido. Morty lo observaba agitado, con un hilo de baba cayendo de su boca por tal enardecido beso, su vista no quería cruzarse con la del mayor por vergüenza pero debía evitar caer en la trampa que le estaba preparando el destino. Cerró su boca tragando y debido a que las cálidas manos del peliceleste se alejaron de su cara se animó a elevar la vista lentamente. 

—Ri-Rick... —murmuró mirando como bebía. Esa era una buena oportunidad para escapar, apretó sus ojos dándole un empujón para así apartarlo y poder levantarse. Lo hizo—, s-será me....mejor que t-te vayas —pidió con deseos reprimidos, en verdad todo eso que estaba sucediendo parecía una clase de hermoso sueño, no obstante, todo era debía al alcohol y eso no, no era algo que quisiera; no quería que sucediera así. Señaló la puerta aparentando enfado en su semblante. 

 —Mo...Mor (urrp) Morty —balbuceó el científico poniéndose de pie con dificultad, agarrándose de un mueble más cercano para no caer—, y-yo... -urrp-  t-te...q-quier —no consiguió terminar puesto que se fue de cara al suelo. 

Se quedó un tanto shockeado por lo que había escuchado. "Él...é-él di-dijo...¿qué me...? No. So-soló está muy e-ebrio..."  Se convenció de ello negando con un movimiento de su cabeza.  Tenía que ayudarlo.

Se acercó preocupado, mandando a fregar su falsa expresión de enojo—.¿E-estás bie-? ¡Ahh! — gritó cuando el otro lo agarró de la pierna y lo jaló para tirarlo al suelo y fácilmente consiguió que el castaño se posicionara debajo suyo con otro tirón.

 —Mo-Morty .. Yo... —quiso volver a intentar terminar su frase, levantando su pequeño frasco de metal para menearlo un poco antes de volver a dar un trago, cosa que hizo que Morty frunciera el ceño e intentara arrebatarle el licor. Grave error. El licor terminó en el suelo.

—¡E-Estas m-muy ebrio...Rick! —intentó decir con firmeza, sin querer tartamudear. El aludido lo miró en silencio, con un ligero vaivén.  Apoyó lentamente su mano libre, en la cual sostenía el alcohol, en el suelo y volvió a atacar la boca del menor. Éste al principio se mantuvo quieto pero luego comenzó a revolverse incomodo. 

—N-No —musitó con prisa cuando consiguió liberar sus labios—N-no qui-quiero Ric —callado de esa forma tan sensual, una vez más, de tantos besos era seguro que sus labios se verían rojos. Apretó los ojos con algo de enfado y volvió a apartarse poniendo ambas manos en el rostro del científico para apartarlo—. Ba-basta, y-yo no quiero.... —murmuró abriendo sus ojos al sentir como el nombrado se levantaba, no sin antes tomar ambas muñecas del pequeño—. ¿E-eh? —escapó de su garganta, sintiendo como el peliceleste comenzó a lamer sus dedos. Primero eran meras lamidas pero poco a poco fue metiendo un dedo dentro de su boca, saboreandolo como si fuera un dulce. 

Por culpa del alcohol (Rick And Morty)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora