— Yo...
Una taza vacía de café sobre la mesa y la expresión curiosa de Jongdae por la timidez de su amado novio por la mañana.
Su respiración se detiene un momento. Paciente, espera lo que él debe confesarle.
— Je t'aime...
Y ahí estaba. Minseok usando su otra lengua para expresar lo que no puede por nervios. Por miradas furtivas del menor que lo hacen perder el control.
Y a Jongdae le sabía a miel.
A chocolate.
A café.
A Xiumin.
Su dulce voz cambiando por el difícil idioma que el mayor domina y suele usar cuando el miedo lo ataca, cuando su mente se nubla y su idioma natal no se articula en su cerebro.
Medio año. Seis meses esperando aquella declaración cuando él lo gritaba a los vientos sin ningún temor.
— J'adore quand ta voix me dit que tu m'aimes...
La tímida sonrisa de Minseok se dibujo en sus labios bajando la mirada hacia su café.
— Ma voix dit...que je t'aimerai pour toujours...
Jongdae haría cualquier cosa por detener el tiempo, por grabar esa pequeña confesión de sentimientos.
— Je t'aime Chen...
Minseok amaba como esa boca se expandía y terminaba en una curva felina. Amaba tanto ese brillo en los ojos del menor.
— Oh, mon nounours... *
Minseok apretó con mayor fiereza su taza, Dios, ese hombre lo iba a matar con tanta ternura causando un remolino de emociones dentro de su sensible cuerpo.
Jongdae sabe como rendirlo, como bajar su guardia y volverlo indefenso ante sus simples palabras.
Cerca, muy cerca, sus labios se mueven necesitados hacia los de su novio y quiere poder sellar su confesión de la mejor forma.
Puede sentir el aliento de Jongdae golpear su rostro y esas frías manos tomando las suyas para alejarlas de la taza y entonces, a unos milímetros... Su cuerpo tiembla...
Su corazón se agita....
— ¡ MINSEOK HYUNG ! ¡¿ TE COMISTE MI PASTELITO DE CHOCOLATE ?!
Y entonces despierta.
Abre sus preciosos ojos mirando la expresión de su novio frente a él con el molde de chocolate vacío.
Malditos antojos de media noche.
No responde nada.
Jongdae comienza a realizar su drama, comienza a decir que su novio es alguien tan cruel que asesino a su pastelito de chocolate a mitad de la noche.
— Kim Minseok, ¡ hazme caso!
— Es solo un pastel
— Era mi vida, mi única alegría... ¿ te das cuenta de que haré ahora sin una rebanada para tomarlo con mi cafecito, que por cierto, se está enfriando? ¿ Comprendes lo que es que este ser no tome su ración de chocolate y café por las mañanas?
