-¿Porqué quieres hacerlo?-dijo con un tono casi inaudible.Lo miré por unos segundo antes de perder mi vista en ningún punto específico, como si estuviese pensando en voz alta.
-Por la manada, lo hago para proteger a las personas que amo...a la persona que amo-mi vista se fijó por una milésima de segundo en ese lobo amargado que al igual que yo tenía su mirada perdida, reflexionando sobre cada palabra que pronunciaba.
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Hace 6 meses:Siento mis pulmones arder, no controlo mi respiración, he sobrepasado mis límites hace dos kilómetros, pero no puedo detenerme, no ahora; corro por mi vida, por mi libertad, no pienso dejar que me atrapen y que me regresen a prisión por un crimen que jamás cometí. El bosque en el que me encontraba parecía inmenso, si no fuera porque resulta que en este momento soy la persona más rebuscada de todos Estados Unidos; me hubiese gustado acampar allí. Lo único que pienso en este momento es alejarme lo más posible, aunque no sé exactamente como he logrado escapar de la prisión.
-¡Soy inocente! ¡yo no he matado a nadie! ¡se equivocan de persona!-grité a todo pulmón mientras unos policías estatales me colocaban las esposas y me alejaban a rastras del tribunal donde momentos antes había acabado mi juicio, condenandome a 50 años de cárcel.
Ya no me quedaban fuerzas para seguir luchando, asique me dejé llevar, y sin darme cuenta ya me encontraba con ese horrible mono naranja anti-estetico puesto y sentada en el patio de la prisión en cuestión, rodeada de gente que perdió su alma hace mucho tiempo- ¿y ahora que hago?-susurraba para mi.- Debe de haber algún modo de salir de aquí, después de todo eres una Winchester- Si. Como leyeron, soy una Winchester, aunque lo descubrí un par de meses antes de acabar en esta ratonera..soy hija de John Winchester y de una camarera de New Orleans, y claramente hermana de los más famosos cazadores del planeta: Dean y Sam Winchester, aunque ellos no sepan aún de mi existencia. Voy hablar del tema "familia" más adelante, ahora lo más importante: de un momento a otro me encontraba en el medio de un bosque no sé donde, pero al parecer muy alejado de donde me encontraba,no había pistas de el enorme edificio de cemento y alambre de púa. Y bueno aquí estoy, corriendo con millones de dudas, pero con una idea muy clara en mi cabeza "SER LIBRE".Paré en seco al ver que el bosque acababa y desde ahí podía avistar una calle de cemento y un cartel al costado de esta que decía "Beacon hills", me doblé sobre mis rodillas apoyando mis manos en estas, tratando de recuperar todo el aire que me faltaba, nunca en mi vida había corrido de esa manera, aunque estaba acostumbrada a hacer ejercicio, eso era demasiado para cualquiera.
Empecé a caminar al borde de la calle, muy pegada a los árboles, por si alguien me veía, y me dirigí a dicha ciudad aunque nunca en mi vida había escuchado de su existencia. Finalmente llegué casi a la parte habitable de Beacon, aunque seguía sin dejarme ver por nadie, no tenía las pintas de alguien decente: mi mono naranja estaba sucio, manchado de tierra, y obviamente yo también apestaba, y me encontraba sin dinero y por último pero no menos importante, las noticias no se hacían esperar y mi foto debia de encontrarse en todos los medios de comunicación. Mi vista empezó a vagar alrededor en búsqueda de algo que pudiese utilizar, y ¡Eureka! ¡ropa limpia! Me dirigí sigilosamente a esa pequeña casa alejada del centro de la ciudad donde alguien al parecer se le habia ocurrido hacer la colada y colgar la ropa en el jardín.. toqué la ropa para ver cuál estaba más seca y coji una sudadera negra con capucha y un par de pantalones de jeans que me quedaban un poco largos pero podía utilizarlos.. me quité el mono dejando la camiseta sin mangas blanca que llevaba bajo este y los botines negros, colocandome la ropa que "coji prestada" no parecía haber nadie en esa casa por lo tanto me acerqué un poquito más para encontrar un grifo para poder beber agua y lavarme la cara, junto a este encontré una gorra de béisbol, asique tomé prestada también esta, para poder disimular mis facciones y até mi pelo en un moño bajo. Ahora si, estaba lista para poder conocer Beacon Hills la misteriosa ciudad perdida en el medio de algún sitio.
Era de noche, y mientras caminaba por la carretera logré avistar una gasolinera que al parecer estaba cerrada; miré por todos lados para asegurarme de que no hubiesen demasiadas cámaras de seguridad, y me percaté de que había nada más una en la entrada- fantástico- susurré, y me acerqué por detrás para poder desactivarla y así forzar gracias a un pequeño fierrito que encontré,la cerradura del mini-market. La puerta se abrió luego de un click y así pude entrar sin problemas para fornirme con algo de comida y agua y dinero de la caja registradora- prometo que devolveré todo- dije para mi, tratando de no sentirme tan culpable por robar, o "tomar prestado" que sonaba mejor. Salí de la tienda de manera sigilosa como cuando entré; todo parecía tranquilo hasta que una Jeep que de un momento a otro apareció para aparcarse delante de la gasolinera y maldecí internamente por haber olvidado de cerrar bien la puerta. Del Jeep se bajaron dos chicos que parecía de mi edad, riendo y hablando de quien sabe que;-Ya te digo Scotty, tendrías que haber visto la cara de mi padre cuando le dije lo de Lydia, se quedó flipando.-El chico con facciones hispanas reía, junto con el chico lleno de lunares.
-Después de todos estos años,Stiles tu padre seguramente estaba por perder las esperanzas de que seas hete...-el chico hispano se detuvo de golpe, y le dirigió una mirada a su amigo indicándole que algo iba mal.
-¿Que suce..-Scott interrumpió a su amigo haciéndole gestos de que bajará la voz.
Yo mientras tanto los observaba desde un costado oscuro, tratando de no respirar, y no moverme para no llamar la atención de los dos chicos.
-Sti, entra a buscar lo que te pidió tu jefe, te espero afuera-dijo Scott lo más alto posible.
Stiles hizo caso a su amigo, adivinado de que algo tenía en mente.Antes de que pudiese aprovechar la ocasión para poder escapar, me encontraba con la espalda en la pared y dos chicos que parecian muy sorprendidos y curiosos mirándome.
-Primero que nada, ¿quien eres?-habló el chico hispano, Scott, con un tono calmado.
Iba a contestar cuando su amigo me interrumpió.
-Yo te conozco..de algún sitio.. dejame..oh...oh¡Claro! tu eres la famosa chica que está buscando todo Estados Unidos..Emily-chasqueo la lengua-..Emily Carvet. He visto tu foto en la comisaría..la fugitiva..pero no pareces..ya sabes..peligrosa.-Dijo el chico de los lunares, Stiles, mirándome con la curiosidad de un niño al cual llevan a un zoológico por primera vez.
-Es que no lo soy-dije en un susurro, que al parecer escucharon de todos modos, y miré preocupada al chico que no parecía callarse ni abajo del agua.
Scott entendiendo lo que había dicho su amigo sobre la comisaría, se acercó a mi tratando de trasmitirme confianza, para que no empezara a correr,nuevamente.
-¿Asique ese es tu nombre?-hablo el hispano-no..-Los dos chicos levantaron las cejas sorprendidos.
-Es decir si. Soy ella.. la fugitiva, pero mi verdadero nombre es Luce. Luce..
Winchester-este último lo dije con una ligera duda, ya que nunca le había dicho mi apellido real a dos completos extraños.-okay escucha..no parece que estés mintiendo, es más estoy convencido de ello, pero tienes que devolver lo que robaste- hablo el hispano con tono cauto.- Esta bien, pero necesito un sitio donde quedarme esta noche.-Scott miró a su amigo y asintió-Oh, por cierto, yo soy Scott Mcall y el es Stiles Stilinski, aunque es una situación un poco complicada, bienvenida a Beacon Hills- solté una pequeña risa nerviosa en respuesta.

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Superwolf
FanfictionUna historia que escribí con 17 años. Espero que les guste tanto como a mi luego de re descubrirla.