¿Podríamos ser amigos?

El principio

No se como empezar. En verdad no lo se. Vamos Sam, empieza por el principio. Cuando todo esto surgió hasta donde estoy ahora exactamente. Y todo esto me pasa porque cuando te das cuenta de lo que tienes en realidad, ya se ha ido. Supongo que no me entienden...

 Respira ondo y cuéntales todo, absolutamente todo...

Mi nombre es Samantha Jones y... tengo 16 años y creo que antes de "EL PRINCIPIO" tienen que conocerme y es que soy muy complicada. Me gusta lo complicado, la vida esta hecha de riesgos solo que... no funciona muy bien para las personas que son algo torpes.

"EL PRINCIPIO" es algo complicado asi que es bueno, bueno no tan bueno... pero bueno.

"EL PRINCIPIO" es alguien que me ha acompañado desde que tengo memoria; alguien que ha estado conmigo en los peores momentos de mi vida y cuando digo peores, en verdad, son malas noticias.

Ese chico rubio y alto, con algo de pecas rodeando los ojos, él es Alex. Y es mi mejor amigo. Somos mejores amigos.

Empezaré contando que todas las noches se levanta y no sabe de su existencia, es sonámbulo... oh no, que quede entre nosotros.

- ¡Oye, Sam! - dijo él a lo lejos. Me detuve luego de dos llamados. Su respiración era ahogada. - Si que caminas rápido. ¿Eres Superman o que?

- Ve al punto, Alex. - le respondí desviando la mirada.

- Ok, Ok. - continuó - déjame respirar.

Sonreí entre-dientes mientras le daba unos momentos.

- Debo contarte algo. - advirtió y mi sonrisa se borró.

- Cuéntame.

- Acá no. - Su Rostro era feliz y eso me intrigaba. - ¿Puedo ir a tu casa hoy en la tarde?

- Claro, es como tu segundo hogar. - le correspondí. - Pasas mas tiempo en mi casa que en la tuya.

- Lo se. En casa mamá y papá no están y tu Sra. mamá cocina muy bien asi que... no te quejes tanto. - Me limite a sonreír. - Nos vemos en tu casa.

Ese fue el principio. Bueno, en realidad fue "EL PRINCIPIO" de "EL PRINCIPIO".

 Unos días antes él había comentado que tenia algo con Itzel Morgan; una chica rubia igual que él y de ojos azules y claramente no me comparaba con ella. Mis ojos avellana comunes y mi cabello castaño no lo atraerían jamas; aunque no me considero hermosa, a su lado soy solo bonita.

Y dentro de todo se habrán dado cuenta que me enamoré de él. Pero eso no es lo peor, lo peor ya vendrá en su momento. Somos dueños de nuestros actos, no podemos escoger como reaccionaran las personas pero si podemos ver nuestras reacciones.

El sonido de la puerta golpeando alertó a mi señora mamá quien rápidamente la abrió. 

Yo estaba detrás de ella en pijama, con los cabellos alborotados. Sudorosa, ojerosa, misteriosa y un poco ingenua, últimamente mi vida era hermosa. Pero a él no le importaba.

- ¡Alex! - chilló mi señora mamá. - Que sorpresa. Sam esta acá al lado mio.

Efectivamente estaba a su lado pidiéndole que por favor lo distrajera, que no diga que estoy ahi y luego valió madres. Me había quedado absolutamente dormida y no me había dado cuenta de la hora, así que sí, apestaba.

- Oh por Dios. - Exclamó Alex quien me miraba atónito.

- H-hola - dije tímidamente. Tal vez antes ya me había visto así pero esta era diferente. Estaba ridículamente enamorándome de él pero no lo sabia aun. - No preguntes.