Se que pronto vendrás a tocar mi puerta diciéndome que es hora de irnos a un viaje muy largo hacia la eternidad. Después de cada cigarro, se acortaba el tiempo para tomar el avión de vuelo directo.
Te escribo para decirte que estoy lista. Quiero confirmarte que si te acompañaré al otro lado. Gracias por hablarles al oído a mis doctores, diciéndoles que me ayuden a quedarme con La Vida. Pero yo te prefiero a ti.
Mucha gente huye de ti Muerte. Se que todos te temen. Pero yo se que eres buena. Que eres paciente. Que eres una amiga muy cercana a La Vida y que se llevan bien. Y aunque a veces las personas se tapan los oídos para no oír tu llamado y que solo quieren oír a Vida que ya se quedó callada, tu pasas por todas las puertas avisando que ya es hora.
¿Recuerdas todas los shots de vodka y tequila que tomábamos? ¿Recuerdas las noches de lectura, con un cigarro en la boca y tres tazas de café? ¿Recuerdas cuando me enseñaste el dolor? Al principio no me gustó tanto, pero logre hacer que mi cuerpo se acostumbrara.
No olvides darle las gracias a Vida antes de irnos, que yo no lo podré hacer, estaré demasiado cansada y mis ojos no querrán abrirse. Dale las gracias por haber sido buena, pero que yo tomé mis propias desiciones y decidí quedarme contigo.
Es el fin del ciclo. Mi fin es un poco temprano, pero me gustan las cosas así.
Espero que me respondas rápidamente Muerte, te estoy esperando.
Atte. Tu víctima.
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Una carta a la muerte
Short StoryLa última carta que escribiré, va dirigida a una nueva amiga, la muerte.