Comenzando a jugar

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—No tienes que preocuparte por mí. Yo ya estoy lista —declaró Ronnie Anne con firmeza— ¿Pero tú estás listo para hacerlo? Tal vez no deba presionarte. Sé que ha pasado mucho tiempo.

Nervioso, pero entusiasmado por lo que ambos estaban por hacer, Lincoln suspiró y asintió. Podría hacerlo, después de todo sería con ella, lo venía deseando desde hace tiempo. Ambos se tomaron de las manos, ignorantes que alguien los estaba espiando, se trataba de Lynn quien no daba crédito a lo que veía, de pronto sin ningún pudor comenzaron a moverse en un gran frenesí de lado a lado. Clyde impresionado agradecía estar ahí para verlos hacer eso. La gente a su alrededor comenzaba a animarlos a mantener el ritmo de aquel espectáculo.

La puntuación en la máquina de baile marcaba solo tantos buenos como perfectos. La música era rápida, así como los indicadores de los pasos que debían de dar, pero ambos eran certeros al momento de darlos. Acababan de rebasar la puntuación del primer lugar y ellos seguían bailando. Lynn no apartaba la vista de sus manos entrelazadas entre sí. Ella podría estar haciendo lo mismo con Lincoln, pensaba; tenía piernas fuertes y tenía buena coordinación al momento de moverse rápido, aunque reconocía que nunca antes había usado uno de aquellos aparatos. Finalmente la canción terminó y juntos pusieron sus iniciales en el primer lugar: LML + RAS. Algunos lanzaron unos chiflidos y sonidos enternecedores por la pareja, quienes sonrojados decidieron que no valía la pena aclarar que no tenían esa clase de relación, esto fue lo que terminó por irritar a Lynn.

—¡No se dan cuenta que son sólo amigos!

La gente se volvió a verla, ella apenada se llevó las manos a la boca tras haber llamado la atención. Los chicos se giraron mostrando sorpresa al encontrársela. Ronnie Anne parecía divertida de ver a una de las hermanas de su amigo, parecía una agradable casualidad. Lincoln inseguro no sabía qué pensar. Clyde incómodo tragó saliva, apuñalando a la deportista con la mirada mientras la alternaba con la que dirigía a sus amigos.

—Loud —fue la latina a saludarla un tanto insegura sobre cómo dirigírsele, dado que no estaba acostumbrada a tratar con ella como con Lori—, ¿qué haces aquí?

—Yo, ah... venía a divertirme un poco, por supuesto —rio con cierto nerviosismo—. Qué casualidad encontrarlos aquí, chicos.

—Sí, es... genial —musitó Lincoln inseguro—. ¿Quieres jugar con nosotros?

Antes que ella pudiera abrir la boca, Clyde lo hizo primero.

—¡Oh, Lincoln! Es obvio que Lynn preferiría jugar en otros juegos. Démosle su espacio y vayamos por una malteada. Estoy seguro que a Ronnie Anne eso le gustaría.

Extrañada, la joven Santiago se encogió de hombros mientras la deportista se sujetaba la muñeca para vencer el impulso de golpear a Clyde. A Ronnie Anne el gesto no le pasó desapercibido.

—En realidad estoy bien así. Supongo que entre más seamos, mejor. ¿Qué dices, Loud?

Apresurándose a tomar la mano de Lincoln, la castaña le tomó la palabra a Ronnie dirigiéndose con su hermano a la máquina de baile.

—Digo que me gustaría probar suerte con esto. ¿Me acompañarías, Linki?

—Lincoln debe estar cansado —carraspeó Clyde con irritación—. ¿Qué te parece si soy yo tu pareja de baile?

—¡Muy tarde, ya empezó!

Se había apresurado a poner las monedas y con prisa escogía la canción, decidida a que sus iniciales con las de su hermano dejaran abajo a las que éste compartía con las de Ronnie Anne. Sorprendido por su actitud, el peliblanco miró a sus amigos un momento antes de tomar su posición. Su amiga estaba confundida por aquella actitud, Clyde molesto no dejaba de mover sus labios sin producir sonido: "Déjala y bájate de ahí", parecía indicarle.

Tan sólo se dioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora