Terapia/23-Agosto-2008

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Llegue tarde, aunque es raro en mi, no me sorprende. No tenia mucho tiempo de lo sucedido con Matteo.

Estaba frente la puerta del edificio, no quería entrar, nunca en la vida me gusto ir a terapia, esta no es la primera vez que asisto a este edificio, cuando era mas pequeña solía asistir con mucha frecuencia a este edificio, primero cuando mis padres se divorciaron, luego por algunas otras cosas de las que me arrepiento.

No me pregunten de donde, pero logre encontrar la valentía para entrar al edificio. Subí al elevador, piso 5. Consultorio 201. Y luego, frente a la puerta, mi cita debió haber iniciado hace 13 minutos, otro de mis varios problemas, soy extramadamente controladora. Todo tiene que salir perfecto.

No me puedo permitir llegar tarde, comer comida chatarra, dormir mas de la cuenta, desayunar mas allá de las 8:00 de la mañana. Pero tenia un problema: eso era contigo Matteo. ¿ Y ahora ? Ya no estas a mi lado.

Me acerque mas a la puerta color negra, tenia un aviso con el nombre de mi nueva psicóloga, la Doctora Andrea Guzmán. Toque la puerta, se escucho un "pase" del otro lado. Abrí lentamente, nuevamente, raro en mi, solía ser una persona extrovertida, pero como ya lo dije antes, eso fue contigo.

Me senté en una de las dos sillas de cuero ubicadas frente al escritorio de la Doctora Guzmán, específicamente me senté en la del lado derecho, ya que siempre solías usar el lado izquierdo nunca te pregunte la razón, y creo que nunca la descubriré. Luego de sentarme levante la cabeza, y tuve contacto visual con la Doctora Guzmán, una mujer de pelo castaño claro, ojos verdes, piel blanca. Casualmemte se parecía a ti, ahora todo se parece a ti.

Ella me saludo, al igual que yo a ella. Me empezó a preguntar cosas sobre mi, lo normal: edad, profesión y luego el estado civil. Me dolió, no sabia que decir, en ese momento mi mente quedo en blanco, mi cuerpo se paralizo, aunque es fácil ¿No? Soltera, Casada, Separada, Viuda o Unión Libre. No se que decir, ¿Soltera? ¿Viuda?.

Y luego llegaste tu, Matteo, estos últimos días tu has sido mi único tema de conversación, sobre todo en tu funeral. Si, como lo oíste, funeral. Siempre los odie, toda mi vida le temí a los velorios y sobre todo a los cementerios.

La Doctora se percato de mi actitud en ese momento, me pregunto mas y mas cosas sobre ti, nunca me gusto hablar de las personas que no estaban presentes en el momento en el cual de les nombraba, pero ahora eso era imposible contigo. Tenia que empezar mi terapia, una vez a la semana, por un largo tiempo.

Y en una hora y media de terapia, mas de la mitad del tiempo fue hablando de ti, Matteo, el amor de mi vida. La psicóloga me dijo que tenia que escribir diarios, estúpido, lo se, pero era parte de la terapia y si quería salir rápido de aquí, tenia que hacerlo.

Finalmente ella me dio su tarjeta y yo le di mi numero. Nos despedimos apretando nuestras manos. Salí del consultorio. Camine al ascensor y luego baje al piso 1. Tome un taxi y me fui a casa.

Después de tu funeral   [•Azul•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora