Capítulo I

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Esta mañana huele a Capuccino y estoy tan desesperada por probar uno de esos cafés que me vuelven la más vulnerable de toda Italia…. Hace un día muy soleado; nada fuera de lo común. Es típico que quiera salir ya de estas cuatro paredes que me asfixian… Es como si quisiera encontrarme con alguien; mas sin embargo no sé si quiera o si realmente esté deseosa para que pase…. ¿Será que por fin conoceré este verano a alguien que me saque de mis rutinas tan desastrosas? Al parecer soy muy positiva, sólo en mi mente. Por fuera siempre vivo maldiciendo lo uno y lo otro, y ya sé que está demás…. ¿Cómo alguien se atreverá a quererme así? Digo…. No soy la chica más hermosa, ni la más voluptuosa…. y si alguien se le pasa por la cabeza que estoy “Linda” debe estar muy chalado para creérsela. La vida no es fácil, pero tampoco tan difícil, bueno, eso creo… O es lo que quiero creer ¡Ja!.... Me lo creo. Así convenzo a la gente cuando dice que porqué siempre tengo una sonrisa en mi cara. Es fácil, ponerla sobre mis labios es tan sencillo, todos pueden intentar hacerlo, y acostumbrarse a siempre tenerla presente cuando quieran. Es cuestión de aceptar que nada puedes hacer con respecto a las cosas que quisieras te pasaran pero no suceden. En un lugar donde no caben los problemas, decidí solucionarles con una falsa sonrisa que día a día me va convenciendo que puedo hacerles creer a los demás de que “Todo va bien y que no estoy sola” aunque por dentro haya otra sonrisa al revés, diciéndome que lastimosamente soy una olvidona de mierda, o que trato de serlo, porque, para ser sincera, no soy la chica que todos esperan y ¡qué bueno que no sea así! Estoy cansada de la hipocresía, tengo que adecuarme a mi realidad y olvidar que hay gente que aun intenta bajar mi autoestima. ¡Suficiente!. He estado ensimismada pensando en todo esto y no me he arreglado para ir al trabajo. Mierda. Las estoy cagando de nuevo. Tengo que ir al Parque Jardín Sigurtà y es por una promesa que tengo.

Hace unos 4 años cuando salía de un parque muy conocido de Roma; el parque de diversiones Graland, el más conocido y visitado de Europa. Yo estaba con mis padres y me pasó algo increíblemente aterrador. Pasaba por una fuente y de repente sentí que todo se venía encima mío….Simplemente permanecí así por unos 20 minutos y al despertar estaba en un carro con unas personas que decían ser familiares míos, la verdad yo estaba muy asustada, dijeron que mis padres les debían algo que hoy día no recuerdo muy bien, me amenazaron y después me soltaron entre la multitud, haciéndoles creer a la gente que les conocía ¡Desgraciados! desde ahí le he tenido mucho miedo a salir a caminar por los parques de diversiones y ese tipo de atracciones que hoy día me es difícil de superar. Por eso día a día sigo mi tratamiento cada mañana; el de ir a éste parque que logra calmar mis miedos y ansiedades.

Después de haber tenido esos soliloquios, me metí a la ducha y abrí la llave, dejando caer el agua sobre mi piel, pensaba en qué le diría hoy al jefe, puesto que me dijo que para hoy tenía que pasarle un informe porque su secretaria no le dio el balance general del banco donde yo trabajo, el famoso Unicredit Bank, y yo tenía que ser la suplente ¡Vaya idea! Pensé que los cajeros no hacíamos este tipo de cosas o algo así. Debo relajarme, es lo mejor que por ahora puedo hacer, así que tomo un poco de jabón y empiezo a pasarlo suavemente por mis extremidades, hasta tal punto que olvido ese asuntito, y dejo que los músculos de mi cuerpo empiecen a calmarse, la verdad no quisiera dejar de bañarme, ¡se siente tan bien! En serio me hace olvidar un poco de lo que hare en todo el bandito día, oh ¡Son las 6:30 am! Salgo disparada del baño, sin nada sobre mí, me doy cuenta que tengo la ventana de mi departamento abierta y veo a mi vecina con cara de “¿Y a tí que te pasa, bicho raro?” Y solo sonrío para pasar esta pena. Cojo mis bragas, mi brasier, me los pongo tan rápido como puedo y ¡Maldición! No sé qué ponerme…. La verdad es que odio los vestidos, pero se supone que hoy tendré que arreglármelas con mi jefe, así que abro mi armario y elijo un vestido suelto, negro, no muy largo ni tan corto, ¡No deseo que me vean estas piernas tan exageradas!. Desearía no existir por hoy…. Ni modos.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2014 ⏰

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