—Buena suerte en el vuelo, cariño—Se despidió Félix, con una sonrisa, recibiendo así una fría mirada de odio por parte de Golden
—Claro, cuídate—Sonrió Foxy, pero por dentro se moría de miedo, un solo viaje no le quitaba su miedo a los aviones
—Muy bien, linda despedida. Amor, vámonos—Soltó Golden, tomando el brazo de Foxy y llevándolo consigo a subir al avión, a lo que Foxy rodó los ojos mientras reía un poco
Una vez más subieron al avión y Golden se fue a la ventana.
Esa vez, Foxy intentó hacerse el valiente, pero los gritos internos nunca callaron.Aterrizaron, y fueron recibidos por montones de cariño
—¡Golden, Fox!—Exclamó Chica, saltando a abrazar a ambos—¿Qué tal les fue?
Ambos cruzaron miradas sonrientes
—Muy bien—Respondió Golden
—¡Hola!—Soltó Bonnie, con una alegre sonrisa—... Fox se quemó—Rió levemente al ver los hombros y la nariz roja del susodicho
—Le insistí en que usara protector, pero no, él solo quería ir y jugar en el agua como todo un niño—Rió Golden, haciendo sonrojar a Foxy
—Cállate—Rodó los ojos el más alto
—¡Freddy, ven!—Exclamó Bonnie, llamando al castaño
Escuchar ese nombre hizo que Golden se pusiera nervioso.
Quizás algo molesto.De inmediato Bonnie jaló el brazo del de cabello castaño, el cual miró a Golden, con una sonrisa nerviosa
—Ho-Hola—Saludó
Foxy había notado aquel contacto visual que estaban estableciendo Freddy y Golden y lo nerviosos que se encontraban ambos, de hecho, todos los demás lo notaron, llevaban mirándose abundantes segundos. Eso hizo que el pelirrojo se preocupara, conocía a su pareja, y sabía que aquello no significaba nada bueno
—Y-Yo... Ah... ¿Nos vamos? No puedo esperar para ver a papá y mamá—Soltó Foxy, antes de suspirar
—¡Oh, claro! ¡Ellos también morían de ganas por verte!—Exclamó Chica, antes de tomar el brazo de su mejor amigo y jalarlo hasta la camioneta de Freddy—Bien ¿Ocurre algo?—Murmuró rápidamente—Sé breve, tenemos hasta que los demás lleguen.
—Tengo miedo—Respondió, y luego de eso, llegaron los demás
Freddy se sentó al volante, y de copiloto fue Bonnie, Chica se fue a una ventana, Foxy a la otra, y Golden entre ambos.
Chica y Foxy se lanzaban ciertas miradas cómplices.
La primera mirada fue por parte de Chica, preguntando qué era lo que pasaba.
La segunda mirada fue de Foxy, quien luego de mirar a Chica, dirigió sus ojos a su pareja y a Freddy.
Chica arqueó una ceja, algo así como preguntando "¿Qué piensas?"
Y Foxy solo se encogió de hombros.
Era increíble lo bien que se conocían.Llegaron a la casa de los Macrath, y el primero en bajar de la camioneta fue Foxy, quien rápidamente se acercó y llamó a la puerta
—¡Foxy!—Exclamó Eliza con una sonrisa, para luego abrazar a su hijo con fuerza
—Hola, mamá—Rió el pelirrojo, devolviéndole el abrazo
—¡Joshua, ven! ¡Tu hijo está aquí!
Tras unos segundos, Joshua apareció por la sala, y con una sonrisa, se unió al abrazo
—Gusto verte, Fox—Comentó Joshua
—Igualmente, papá—Respondió Foxy, también sonriendo
—¡Ah, y Golden!—Sonrió Eliza, alejándose de su hijo, yendo a saludar a su yerno
—Hola—Saludó Golden, con una sonrisa
—Ay, cariño, los extrañamos tanto—Comentó la mujer, mientras arreglaba un poco el cuello de la camisa de Golden
—Y nosotros a ustedes—Respondió de rubio, mostrando aquella sonrisa ladina que lo caracterizaba
—Oh, cielos, eres el mejor yerno que una madre podría pedir—Soltó ella, abrazando al rubio
Golden, por más alegre que se notara, también estaba muy nervioso. Nervioso por la charla que tenía pendiente con Freddy, y nervioso por no saber cómo se lo diría a Foxy, no sabía cuál de las dos cosas iba a ser peor
—Bueno, señora Macrath, debemos llevar a Golden y Fox a su casa—Sonrió Chica
—Oh, ¿no les molestaría si nos quedamos con Fox un rato? Y luego nosotros lo acompañamos hasta su casa—Propuso Joshua
—Yo quiero eso—Sonrió Foxy
—Entonces bien—Rió Chica—Vamos, Golden, Joy estaba emocionada por verte
Golden asintió, se acercó a su pareja para plantar un rápido beso en sus labios, se despidió de sus suegros, y volvió a la camioneta, con el corazón a mil por hora.
La familia feliz entró a la casa, y los tres se sentaron en el sofá con una sonrisa. Pero la pareja se lanzó una mirada de preocupación, ese era el momento, debían decirlo a su hijo
—Fox, lamento tener que decirte esto apenas regresar de tu viaje—Habló Joshua—Pero tenemos que hablar.