Era una mañana serena en el departamento de Haymitch, parecía que sus vecinos hubieran acordado tener un día de paz y silencio. Él estaba despierto a pesar de lo temprano que era, observando a la rubia que dormía con gran tranquilidad, mientras él jugaba con los dedos en su cabello dorado sin cansancio. Solo quería asegurarse que esto era real y sentir que ella estaba ahí.
— ¿Por qué estas despierto? —preguntó medio dormida Effie, incapaz de abrir los ojos. Jamás se había sentido tan agotada como ahora.
Él la abrazó por la espalda y presionó un beso en el cabello enredado de la mujer, justo en su cuello. Miro de reojo como de sus labios se dibujaba una sonrisa, pero ella no intentó moverse — ¿Te desperté? —susurró, subiendo una pierna a su cadera, pegando más su erección matutina.
— Sí —respondió, manteniéndose en esa posición, permitiendo ese pequeño roce, hasta perder el sueño por completo.
El dormitorio estaba pegado a la sala y la cocina, era un departamento muy pequeño de dos habitaciones.
Solo esperaba que los ruidos de anoche no hubieran molestado a los vecinos de al lado, aunque siendo sinceros… no le importaba realmente.
Las velas estaban derretidas y apagadas, sus restos permanecían sobre los pocos muebles de la habitación. Las prendas estaban regadas por toda la alfombra y no tenía ni idea de cómo había llegado su ropa interior hasta el sillón. También había algunos objetos que tiraron la noche anterior mientras llegaban hasta la cama con desesperación.
¡Que desorden había! Y no se quería imaginar cómo habría quedado su maquillaje.
— Iré al tocador —dijo ella enderezándose de inmediato.
Sentía la necesidad de arreglarse, de verse bonita para él.
Se sentía como la primera vez que habían dormido en la misma habitación, donde a pesar de que no había una relación amorosa, solo física, trataba de verse siempre linda por las mañanas.
— No te tardes —pidió, mientras la soltaba sin problema. Sabía lo que haría, tenía mucho tiempo de conocerla.
— Yo jamás me tardo —mintió sin voltear atrás y tomó la camisa de Haymitch del suelo antes de salir corriendo de ahí mientras él se quedaba aun acostado en la cama, enredándose más las sabanas.
No tenía necesidad de usar el baño, ya lo había hecho minutos antes, pero estaba seguro de que ella tardaría y solo le quedaban dos opciones: Una, quedarse en la cama y esperarla. O dos, ir a preparar el desayuno para ambos.
Se decidió por la primera opción, no movió ni un dedo y cerró los ojos de nuevo. Entre más estaba en la cama, más pesadez le daba por levantarse. Tal vez hasta le pediría a Effie tomar una pequeña siesta con él.
Y podría haber pasado todo eso si el celular de la rubia no hubiera sonado fuerte por todo el departamento.
Esperaba que su esposa saliera del baño y atendiera para después irse sin mayor explicación, sin embargo, no pasó. Ella no salió del baño para contestar la llamada y tampoco se marchó.
Entonces solo era cuestión de esperar a que la persona al otro lado de la línea se cansara de esperar y desistiera, ¿no?
No, cada vez era más insistente el infernal timbre.
— ¡Maldita sea! —replicó. Se levantó y buscó el aparato inmundo que se encontraba perdido en algún lugar de la habitación.
Finalmente lo encontró en el bolso de su esposa que estaba tirado cerca de la cama, pero para su mala suerte había dejado de vibrar. Maldijo de nuevo y buscó la manera de encenderlo.
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Les Debo Mi Amor (Hayffie)
FanficSeis largos años después de la Guerra, lo que podría decirse que los más felices tiempos en la vida de Haymitch Abernathy, lo convirtió en ceniza de nuevo al abandonar a su familia que le ha costado tanto mantener. No hablamos de su madre ni su herm...