Eran sobre las tres del medio día, nuestro querido Emilio se encontraba paseando por su tienda de juguetes eróticos favorita.
Emilio todos los días se pasaba por la tienda para ver si habían sacado nuevos dildos, pues él era un gran amante de estos, y también de los vibradores. Lo ponían como una moto.
¡Bien! Habían sacado un nuevo modelo de dildo; era un dildo normal y corriente, pero muy gay, como nuestro islandés.