Ricks dont care about Their Mortys . //Rick y Morty - One Shot\\

Culpa

-Esta debajo de mi escritorio, lleva muchas horas ahí y ni siquiera a salido a comer algo.-

Dijo Rick a su hija.

-¿Estas seguro de que no han hecho alguna aventura que le haya podido, ya sabes...traumar?-

Dijo la Rubia algo dudosa y preocupada por la estabilidad de su hijo, se le veía preocupada, su mueca y su lenguaje corporal deletreaban "Preocupación".

El anciano resopló como si la sola idea de aquello fuese tonta, a pesar de que el sabía lo que había pasado, trato de calmarla poniendo su mano en el hombro de ella, esta solo miro el gesto y después miro el rostro de su anciano padre, trato de forzar una sonrisa y fingir que le creía a su padre, mientras trataba de convencerse a si misma de que era cierto, no podía confiar del todo en su padre, no después de lo que le hizo a ella y a su querida y difunta madre, dejarlas a la deriva y nada más, el hueco que el había dejado en su corazón era muy grande, quien sabe si algún día le perdonaría por completo, pero eso era lo de menos para ella, lo que le aterraba es que se fuese siendo un habito de Rick y no le bastase con romperle el corazón a ella, sino que también traumatizara a su hijo.

Trato de guardar la calma, trato de confiar en su padre, por más que le costase admitir, ella era una estúpida comparada con Rick, tanto intelectualmente como cuando se trataba de su propio hijo, siempre alejada, siempre  en el trabajo, siempre embriagándose de vino, ya ni siquiera recordaba cuando es que Morty dejo de querer a su madre y empezó a ser apegado a su abuelo como su única figura modelo y ejemplo a seguir, quizá después de todo se había perdido mucho del crecimiento de su propio hijo, no sabía sus gustos, disgustos, sueños, metas, aspiraciones, por el contrario, Rick pasaba más tiempo con Morty que una goma de mascar pegado a la suela de un zapato.

-Esta bien...si necesitan algo, avísenme-

-Lo haré cariño, ahora vuelve al trabajo-

Sonrió mientras hablaba el anciano, le dio un pequeño beso en la frente con esencia a Ron, esta sonrió de una manera forzada y se fue a donde instaló su oficina improvisada (Que solo era un mueble de mesa y escritorio con su lap-top justo al lado de la cama matrimonial que compartía con Jerry, su esposo.) 

Rick suspiró, aliviado de que su hija no decidiera ir más a fondo de la situación, rascó su nuca, preocupado, este Morty recién se lo asignaron pues el perdió al suyo en aquel incidente de cuando los Mortys eran secuestrados, por suerte ese Rick traía un chaleco antibalas y cuando el Rick que secuestraba a los Mortys, le disparó en el pecho, Rick sobrevivió, solo lograron sedar a su Morty, mientras se lo llevaban el fingió estar muerto, le prometió a toda su familia que lo traería devuelta, pero lo único que recibió fue la mala noticia de que su pequeño nieto fue torturado hasta la muerte, de la manera más cruel, esa era siendo mutilado debajo de las costillas con pinchos que cortaban y desgarraban la piel y órganos internos, por desgracia el aparato llego tan a fondo que le mutilo incluso la columna, separándole la cadera, partiendolo en 2, asesinándolo tan rápido y su pequeño Morty pasó por este mundo sin pena ni gloria, realmente a Rick le dolía la noticia, pero no estaba dispuesto a quedarse estancado mucho tiempo en ello.

¿Le dolió? Por supuesto

¿Lloró? Si, claro.

Aun así estaba dispuesto a aceptar un nuevo Morty que el consejo decidió re asignarlo con el para darle una especie de rehabilitación, si el consejo veía cambios en el pequeño joven, harían una especie de programa para poder ayudarles a todos, re-asignandolos a otros Ricks que han perdido a sus Mortys para que tomen el lugar de ellos.

Rick entro suavemente a el garage, trataba de ser comprensivo con el Morty, realmente le dolía la perdida de su nieto, y el ver a una versión alterna de el, era como traerlo de vuelta, un sentimiento que le llenaba de alegría pero al mismo tiempo, al saber que no era su verdadero Morty, le mantenía un enorme hueco en la boca de el estomago, junto con un enorme nudo en la garganta que hacía que se le entrecortara la voz y las palabras no fluyeran con la naturalidad que lo hacían.

Este se agachó para ver debajo del escritorio, y en efecto ahí estaba el pequeño Morty, de perfil, sentado abrazando sus piernas, su mirada lucía vacía, lo suficiente como para lucir sospechoso pues generalmente todos los Mortys que rescataron conservaban una mirada de alguien traumatizado, aunque, este Morty no lucia traumatizado del todo, es por eso que lo eligieron el más apto para probar este programa, era quien menos le temía a los Ricks, incluso parecía no tenerlo.