El enorme libro cayó sobre la cama y la morena aterrizó tras de él, abriendo las gruesas pastas comenzó a repasar superficialmente las hojas una tras otra deteniéndose al encontrar ilustraciones que se notaba habían sido elaboradas a mano, el libro era antiguo eso era evidente, Asami había dicho que no tenía idea de cómo aquel tesoro de la literatura había llegado a las pequeñas manos de Jinora pero ella tenía la respuesta a eso, seguro era un libro que originalmente habría pertenecido a Tenzin y antes que él seguro había estado en manos de algún otro miembro de la Orden del Loto Blanco, incluso podría haber pertenecido a Aang.
- Así que de esta manera te armaste de valor para entrar al mundo de los espíritus... - Comentó sin retirar la mirada de las páginas amarillentas.
- El valor ya lo tenía, el libro solo me proporcionó la información necesaria para no ir a ciegas, sabía a lo que me enfrentaría, aunque ningún texto, fotografía o video le harían justicia a la realidad, el mundo de los espíritus es hermoso. – Contestó sin dejar de moverse de un lado a otro en el interior de su habitación al comenzar con los preparativos para meterse a la cama, luego de deshacerse de las botas se introdujo en el armario y comenzó a cambiar su ropa por algo más cómodo, esta vez optó por un blusón holgado y suave que caía a lo largo de su cuerpo hasta la mitad de sus muslos, nada más, no le daba pena vestir poca ropa al estar en presencia de Korra, muy por el contrario, se sentía en total confianza, además le resultaba difícil resistirse al creciente deseo que le causaba un fuerte cosquilleo por toda la piel al saber que de nuevo tendría la oportunidad de descansar al lado de su hermosa novia, aquel simple pensamiento bastaba para acelerar los latidos de su corazón, su presencia era intoxicante, no estaba segura si todo aquel alboroto de sentimientos y sensaciones se debía a la extenuante espera de tres años que tuvo que pasar o si era algo que siempre había estado ahí, una cosa era segura, Korra tenía una extraña influencia sobre ella que nunca antes había sentido con nadie más.
- Ojala hubiese podido leer esto antes de entrar ahí y encontrarme con los ojos de Wa Shi Tong. – Rió la morena para si misma al encontrar una ilustración de la imponente lechuza negra.
- Debió ser difícil entrar ahí sin saber nada al respecto... sobre todo con Wa Shi Tong. – Concordó la ojiverde cruzando la habitación para entrar al baño con el fin de deshacerse de los restos de su maquillaje.
- Lo fue. – Habló en automático tomando el libro entre sus manos antes de girar sobre la cama para descansar sobre su espalda y poder continuar su lectura sosteniendo el libro en alto frente a sus ojos.
- Pero, según tengo entendido, el Avatar tiene contacto con sus vidas pasadas. ¿Aang no te dio ningún consejo antes de entrar ahí? – Dijo asomándose por el marco de la puerta para observar a la morena sobre su cama.
- Ojala fuera tan sencillo. – Bufó. – Debo concentrarme y conectarme con mi lado espiritual... ¿Te cuento un secreto del Avatar Korra? Desde chica fue excepcional con todas las prácticas y pruebas físicas pero si se trataba de las cosas espirituales se convertía en una alumna insoportable." Pausó y suspiró. "Con el tiempo dominé la técnica de la meditación y a conectarme más con ese lado espiritual, aún así a veces es complicado contactar con mis vidas pasadas, tienen voluntad propia, a veces no logro encontrarlos, a veces todos están ahí... me dan pistas y guías y luego desaparecen. – Concluyó encogiéndose de hombros y volviendo a su rápido repaso del libro.
- Ya veo, así que te guían por el camino indicado y luego se van. – Sonrió.
- Algo así, les gusta hablar usando acertijos y demás, supongo que después de la muerte todos quedan con un pensamiento misterioso digno de un fantasma y aprenden a plantear todas sus ideas con adivinanzas. – Renegó y la pelinegra rió.
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Futuro Incierto
FanficEn un mundo en agonía no existen más los maestros de los elementos, corre la leyenda de que prevalece un solo maestro, el más grande de todos, el Avatar, pero pocos saben de él en tiempo real, en un mundo al borde de la extinción total no se pueden...