~Adela POV~
Tú puedes hacerlo.
Cerré los ojos y los apreté con fuerza. Dios, sé que quizás no querrás escucharme pero necesito una mano ¿Sí?.
Abrí los ojos y no pude evitar el nerviosismo ante la gran multitud que gritaba y aclamaba eufóricos en busca de acción, respiré muy hondo y conté hasta diez pero la fuerte música que resonaba sobre el ambiente mezclado con el rugido de las motos me hizo perder la cuenta. El humo expulsado de las máquinas y la hookah que se encontraba a tres metros de mí, me alojaron un malestar en el estómago que dejaba un sabor amargo en mi boca.
Inhale y exhale, pero la tensión en mi cuerpo era muy fuerte, mi corazón aceleró su curso cuando una chica vestida apenas con unos shorts y un sostén de lentejuelas se paró justo en medio de la calle para dar inicio a la carrera, su piercing en el ombligo evocaba un molesto tintineo ante las luces. Esto era una locura pero debía hacer esto por Gina.
—¡Ida y vuelta, el primero en llegar gana 5 mil dólares! —gritó un hombre de tez oscura se paró justo detrás de la chica y le tomó el trasero. Hice una mueca de asco cuando la ví casi tener un orgasmo justo en medio de la calle con solo tocarla. Mi salvación de no vomitar fue que empezaron a gritarles que se busquen una habitación.
—¡¿Listos?! —gritó la chica, todos aceleramos nuestros motores en respuesta, sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, mi corazón va a mil por segundo y los nervios me tienen sudando como pavo en navidad.
—¡Fuera! —grito la chica, yo acelerando al instante y me puse en el tercer puesto de inmediato. No puedo permitir que me rebasen.
Me sentía como en fast and furious, iba a una velocidad tan rápida que todo a mi alrededor era borroso. Tomé la primera curva a la perfección sin tener que perder mi ritmo los dos que venían atrás de mí se acercaban y sentía el corazón en la boca, aceleré aún más y en la siguiente curva logro ponerme en segundo lugar.
Sonrío feliz pero el hombre va a mi compás, él que va en primer lugar no nos lleva mucho y los dos de atrás los tenemos sobre las llantas.
Un tanque prendido en fuego me indica que tengo que dar la vuelta, el hombre está a mi izquierda así que acelere un poco más para tomar su lugar. En la vuelta por poco y pierde el control al rebasado de esa manera pero le tomo la delantera y lo dejo atrás, me acerco bastante al que va en el primer puesto al verme cerca acelera más y se aleja como un metro y medio de mí.
En la curva él tuvo que bajar la velocidad. Un punto a mi favor.
Así que casi voy a su compás pero se interpone y me hace tomar un lado de la calle. ¡Tramposo! Me deja atrás y logré retomar mi camino en la segunda curva, acelero y casi pierdo el control. Me desestabilice un poco ya que mi moto no dobló como esperaba al tambalearse en medio de la calle.
Voy hacia el que va en primer lugar, mi ritmo es inestable, él baja la velocidad al verme casi chocándolo. Tomo la recta acelero más, escuché toda la gente en la meta gritando con fuerza. Ya casi llego.
Veo bajo la moto esa línea amarilla y tomo el freno. Tardo en asimilarlo, la multitud me aturde y se agrupan a mi alrededor. Al mismo instante llegaron las demás motos. ¡Gané!
—¡Y el ganador es....! —me quité el casco y tire mi cabello hacia atrás, —¿Una chica?.
Me bajo de la moto y me acerco a tomar mi dinero pero el negro mueve la mano hacia atrás y no me permite tomarlo. Estalla en un carcajada y la multitud lo sigue. —Es decir que estos cuatro maricas se dejaron vencer por una chica de dieciséis años —intente nuevamente tomar el dinero pero él sube el brazo. Salgo para alcanzarlo pero no puedo, y la gente continúa burlándose.
—Tengo 17 —espete furiosa, ¿Por qué no me da mi maldito dinero?
—Ella hizo trampa —dijo el chico que rebase de último, se veía como de veintiuno, y con fracaso intento de lucir como chico malo ya que las pequeñas pecas en sus mejillas le arruinaban la dura apariencia. Iluso.
—No es trampa imbécil, es una táctica, deberías aprender un poco más —le dije de forma retadora presionando mi dedo índice en su pecho.
—La verdad es buena, toma las curvas de una manera increíble —intervino un rubio como de treinta años, este si se veía duro. De esos motociclistas que no tienen domicilios, viven en la carretera y arman problemas en los bares.
—¿Me podrías dar mi dinero? —le grité al negro y todo mundo comenzó a reír nuevamente, eso me hizo enfurecer. No dije ningún chiste ¿Por qué se burlan?
—En éstas carreras no conducen chicas —me responde. —¿Y por qué diablos? Ah claro, no querían pasar la vergüenza de que una mujer les gane —ladeo la cabeza ligeramente y minimice la mirada. Maldición, después que gano me lo dicen.
—Dale el dinero Jax, es mi corredora.
Se escuchó una moto abrirse paso entre la gente, un mortal silencio se apoderó del lugar, todos agachaban la cabeza y se movía para que él pasara con evidente respeto, pude ver cierto temor en el rostro de algunos pero yo me sentí aliviada al instante que lo escuche hablar.
—Kyle, bro, ya sabes que en mi negocio no corren chicas —Kyle se bajó de su moto y se acercó al negro. —Vamos Jax, no quieres que esto termine mal —Kyle extendió su mano y a regañadientes el negro le dió el dinero.
Se escuchó desde lejos la sirena de la policía, —¡Chotas, chotas! —grito un chico y todo mundo salió corriendo me apresure en subirme a mi moto, le di tres patadas para encenderla pero no me responde.
—¿Que pasa muñeca, tienes problemas? —me dice el chico que me acusó de tramposa de manera sarcástica, agitando una llave de tuercas en su mano con una sonrisa satisfecho.
—¿Que hiciste imbécil? —me la tira y acelera dejándome allí sola, rápidamente ubiqué el problema pero...
—¡Arriba las manos! —mierda.
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Hey, guys!!!
Comienza el conteo regresivo. Solo faltan 10 capítulos.
👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
Bitter_Sweet26
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Zorras Malditas I & II
Jugendliteratur-Bipolar yo!?...si,definitivamente -. El grupo de las ZORRAS Esas malditas chicas hermosas que son el centro del mundo; Todas envidian y algunas admiran, Que se divierten de tu desgracia; Te hacen la vida imposible; Tienen el mundo a sus pies, Y to...