Era solo parte de mis sueños, su forma de mirar y la primera vez que apareció en mi estado de descanso se convirtieron en mi parte favorita del día, desconocía su nombre, sus facciones tal cual, el acento de su voz inclusive desconocía lo hermosa que podía llegar a ser su sonrisa o lo deslumbrantes que llegarían a ser sus ojos al momento de volverla realidad.
No le conocía pero me encantaba soñar con ella, no le conocía y ya quería dedicarle mis letras, mis rimas, mis acordes, mi tiempo. No le conocía y ya le llamaba amor.
Porque me estaba pasando esto a mí, todo el tiempo me veía cerrada a ser de esta manera pero el soñar con ella era pauta a escapar de mi realidad, me gustaba, soñar con ella era increíble, añoraba que llegara la noche para poder tenerla cerca de mi otra vez, no tenia noción de ella al despertar, pude haberla tenido tantas veces delante de mí y por no recordarla, haberla dejado ir.
Tenia que buscarla no me permitiría soñar sin poderla hacer realidad, era lo que por tanto tiempo había necesitado. La buscaría como se buscan los hechos desconocidos, y al encontrarla firmaría los derechos para que fuese solo mía. La buscaría para no dejarla ir y si al tenerla la vuelvo a perder la buscaría nuevamente hasta por el fondo del mar.
Me empeñe a encontrar al amor de mi vida, la chica perfecta, la doncella de mis novelas, la literatura de mis artes, y cuando menos lo esperaba ella aprecio, wow se veía más hermosa en persona, sus ojos, su sonrisa, su cabello. Ella.
Solía olvidar mis sueños, pero al no olvidarla a ella me parecía imposible la existencia de un ser extraordinario como lo era esta princesa, mi inspiración de día y de noche, mi musa perdida en algún lugar, le escribía sin conocerle, le amaba sin siquiera mirarle. Y al tenerle en frente mil emociones positivas desbordaban de mí y aunque ya no fuese solo parte de mis sueños ella siempre seria para mí...
mi sueño favorito...
J'-Jacki Alanis (Escritora Nocturna)