¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)

Capitulo 18

Podría decir que he cometido un error tras otro, pero este sin duda es uno de los peores que he cometido. Estar en estado de ebriedad no me ayudo en nada y dejo salir mi Lucia pervertida, ridícula y estúpida, esa que no debía salir ni siquiera asomando un miserable dedo.

Aunque ahora siento una vergüenza inmensa, por lo ocurrido, por otro lado, no podría decir que me arrepiento del todo, estuve con Illán, pero no del modo en que yo esperaba que fuera. Lo tengo a mi lado, lo observo completamente desnudo, su trasero allí, tan apetecible, pero espabilo y paso a sentarme sobre mi cama. Si me preguntaran que si quiero otra vez, por supuesto que sí, lo de hace un largo rato fue algo incómodo y quiero experimentar más, pero, mi lado de cordura me dice que no, que no doblegue y me mentalizo.

En unas horas todos despertaran y él debe marcharse antes de que uno de mis hermanos llegue a casa y lo encuentre acá. Me quedo viendo a la nada, tomo una bocanada de aire y me giro un poco para verlo y despertarlo, pero...

–Graciela... –el murmullo más punzante de todos, un nombre que no es el mío y mi corazón sintiéndose idiota.

–Illán... –digo, siento esa estúpida piquiña en el puente de mi nariz y niego con prisa para evitar algo tan estúpido. –Illán, despierta, debes marcharte –este se queja y se queja. –Despierta, por favor...

–Ok, ok –su voz ronca y arrastrada, llevo la mirada al frente y me quedo muy quieta.

Esto no fue más que una primera y última noche íntima y ya, no dejare a un lado el hecho de que, los besos de Illán por todo mi cuerpo fueron dulces, delirantes, sus manos cálidas acariciando mi piel desnuda me ansiaban más, sus labios en los míos me hacían sentir fuertes estragos en todo mi cuerpo, su respiración en mi oído me excitaba, fue encantador, pero debo aceptar que en definitiva, no era así como lo llegue a pintar.

Pero bueno, esta es mi estúpida realidad y yo solita me lo busque, tenemos sexo pero él tiene a otra en su mente, pero que con eso de que yo lo vuelvo loco como me dijo, ¿Porque seguir aferrado a una persona que no te valora, que solo piensa en ser infiel y burlarse de ti? Esto es lo más estúpido que puede existir, él cree en segundas oportunidades, yo no.

– ¿Lucia?

– ¿Si?

– ¿Lu?

– ¿Qué pasa?

– ¿Puedes mirarme por lo menos? –lo enfrento. – ¿Estas llorando? –espabilo y llevo la mirada al frente de inmediato toco mis mejillas. –Sabía que esto iba a pasar.

– ¿Disculpa? –este de inmediato sale de mi cama y comienza a vestirse. – ¿Me explicas?

– ¿Qué quieres que te explique? Estas llorando porque te arrepientes de haber follado, de seguro te creaste un mundo rosa en tu cabeza y...

–Eres un asno –me coloco de pie, de inmediato busco algo para cubrirme. –Como siempre actuando como un idiota, parece que quien se crea mundos en la cabeza eres tu –enciendo la lámpara y lo enfrento.

–Te repetí una y otra vez que te detuvieras y continuaste llevándome a la perdición, ¿Y ahora lloras? ¿Qué con eso de que solo ocurrió esta vez y ya? ¿Qué carajos juegas, Lucia?

–Vete de mi habitación, ya termina de irte.

–Como siempre evades toda mierda que te pregunto, vives huyendo y no me enfrentas.

– ¿Quieres que te diga que pasa? –abre sus brazos y asiente. –Pasa que follamos, me gusto, quiero otra vez, pero como podría acostarme otra vez con un pedazo de idiota que hasta durmiendo menciona a su ex que le vio la cara de idiota y lo engaño, yo tampoco soy tan estúpida, Illán, toda esta mierda es impotencia, es rabia acumulada, ¡Joder! –chillo y llevo las manos a mi cabeza y tiro un poco de mi cabello. –Me gustas, ¿Bien? Me gustas como a nadie en el mundo, y eso me da coraje.