No busco ofender a nadie, solo recomiendo los libros que me gustan, si en algún momento ofendo a algún autor hagámenlo saber en un comentario y borraré la publicación inmediatamente. Y si gustas que publique alguna de tus historias dimelo en un com...
El dulce y cálido aroma a pastel inundaba la cocina de un pequeño local ubicado en in vecindario de Los Ángeles. Una joven de apenas 22 años llamada Melissa cocinaba gustosa para uno de sus tantos clientes, quienes asistían regularmente a la pequeña pastelería para comprar las delicias que preparaba aquella joven quien por cierto era hermosa. Largos y castaños mechones de cabello ondulado caía hasta su bien marcada cintura, de la cual estaba amarrado un delantal rosado, era alta y delgada, con una sonrisa que enamoraba a cada cliente que atendía.
Este local era solo una muestra de que una mujer puede salir adelante sola, a pesar de cuantos problemas lleve sobre sus hombros, siempre hay una manera de progresar y eso lo tenia muy en claro Melissa.
Ella había cometido el grandioso error de dejar sus estudios por un hombre, el cual al ver el pequeño bulto que llevaba en su abdomen simplemente no le correspondió y desapareció de la faz de la tierra. sus padres literalmente la echaron a patadas de su casa, dejándola sola y sin nadie en aquel lugar de Oklahoma, pero eso no fue suficiente para acabar con el espíritu de la joven, ella por nada del mundo se rindió y busco mas de mil maneras para alimentarse y buscar un lugar seguro para su bebé, con la ayuda de uno de sus mejores amigos consiguió dinero para alquilar un apartamento. sin embargo, la idea alocada que siempre había tenido no dejaba de rondar por su cabeza; vivir en los Ángeles.
y así lo hizo, tiempo después su bebé nació, una linda niña que seria la razón por la cual levantarse, la razón para hacer de su pequeña casa este local.
Esa bebé era su apoyo, su fuente de amor incondicional, una razón mas por la cual luchar, verla a ella la hacia sentirse la mujer mas afortunada del mundo, verla a ella le hacía dejar de sentirse sola, la hacia olvidar, olvidar sus errores, olvidar a ese hombre, olvidar a sus padres, olvidar a su familia, olvidar su antigua vida, olvidar el pasado.
La joven no tenia de qué quejarse. Amaba a si hija, amaba su vida y lo que hacia y es que para ella era tan fácil hacer una mezcla de harina, agregarle azúcar y meterla al horno, así es como se ganaba su felicidad.
Melissa tomo sus guantes y se los puso, posteriormente abrió aquel horno y sacó una bandeja ardiendo con unas galletas de chispas de chocolate, las dejo a un lado para luego correr hacia el mostrador y cortar un pedazo de pastel para un cliente.
-------- Aquí tiene ------- dijo sonriente, estiró el pedido a su cliente que parecía desesperado.
--- Gracias--- respondió de mala gana el hombre, saco de sus bolsillos un billete y lo dejo en el mostrador. para cualquiera este acto parecía normal, más no para Melissa quien le había extendido la mana para recibir su dinero mas el cliente lo había aventado en el mostrador y se había dado la vuelta para salir con una cara de pocos amigos de aquel local.
