Ataques ; vkook

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— Oh Jungkook, no sabes cuánto me alegra que al fin hayas reconocido que me ama...

Jungkook frunció el ceño, su vista se nublo y cayó de espaldas al suelo. Empezaba a perder la memoria y no lograba controlar los actos que su cuerpo estaba teniendo en ese momento.

— J-JUNGKOOK QUE TE PASA, PORQUE TE PONES ASÍ. — Tae corrió, poniéndose en cuclillas hacia el menor. Trato de levantarlo pero fue empujado fuertemente por el contrario.  

— Alejate de mi, ¿quien putas eres? Tú quieres hacerme daño, vete de aquí, a ellos no les gusta que te acerques a mi.

Jungkook se abrazo a si mismo, su cuerpo temblaba. Sentía miedo y enojó por el alto castaño que estaba tirado frente a el. No sabía quién era, como tampoco entendía que estaba haciendo allí. Lo único que lograba reconocer eran aquellas voces que sonaban en su cabeza, aquellos viejos recuerdos que lo atormentaban como jodidos archivos que no podía borrar de su memoria.

Tae cayó en cuenta de que Jungkook estaba teniendo uno de sus ya tantos ataques. Podía ver la ira que emanaba de las oscuras pupilas, la irá que se clavaba como filosos cuchillos en su cuerpo, esa jodida irá que le hacía doler el corazón. Se reincorporo rápidamente, ignorando el punzante dolor en la parte baja de su espalda y corrió junto al más pequeño. Lo abrazó, lo abrazó como si su vida dependiera de ello, importandole un bledo la manera en la que el otro pudiera reaccionar. Solo quería sentirlo, quería hacerle saber que estaba para el, quería hacerle saber que le valía una mierda su condición mental, quería hacerle saber que el amor era más fuerte que cualquier enfermedad.

Necesitaba hacerle saber que prefería morir de amor, a morir de agonía.

— J-jungkook, Kookie mi amor, por favor reacciona, se que eres fuerte, puedes superarlo, podemos superarlo juntos, pero por favor bebé, vuelve conmigo, q-quiero a mi Jungkookie.

El castaño sollozo, pequeñas gotas resbalaban por sus mejillas hasta caer sobre el liso cabello negro de Jungkook.

— ALEJATE DE MI MALDITO IDIOTA. — lo alejo de un puñetazo, la fuerza que su pequeño y menudo cuerpo contenía, salió de golpe, cargándose inmediatamente en el delgado organismo de Taehyung.

Un ligero “crack” se escuchó en el apartado callejón, la cabeza de Taehyung había golpeado “accidentalmente” un pedazo de concretó y ahora un charco de sangre se hallaba dejado de ella. Su vista se nublo, y lo último que pudo ver fue el rostro asustado de Jungkook de pie frente a el.

— ¿T-Tae?