22 - Propuesta

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La aguja corta del reloj reposó finalmente en el número dos. Akane había obligado a Kasamatsu a dormir ya que al otro día tenía partido. Le acomodó un futon al lado de su cama y lo dejó solo para que así descansara.

Por otro lado, Hayama ya estaba fallecido en el sofá dejando así sólo a Inoue y Akashi en la sala. El café en sus tazas no había sido tocado y se podía decir que ya estaba helado. Ninguno decía nada, y Seijuro principalmente no había escupido ni una sola palabra en toda la noche que compartieron con el par. Akane no dejaba de mirarlo espectante y él no dejaba de mirar sus pies bajo la mesa. Tampoco mostraba interés en dejar el lugar. Ella no sabía que hacer o decir.

El silencio era fatal para ambos. El ambiente tenso no dejaba de azotarlos como si se burlara de ellos. La peligris suspiró y tomó un gran bocado de aire dispuesta a atacar, pero fue interrumpida.

— Lo siento.

Sus ojos, ambos rojos como el fuego, la dejaron fría. Era la primera vez que no veía su heterocromia y ella simplemente no sabía como reaccionar. Pero un parpadeo fue todo lo que eso duró. Ver sus pupilas homogéneas fue éxtasis puro, porque pudo ver más allá de él. Pudo ver a alguien más.

La pregunta que quiso hacerle en un principio se dividió en una décima más.

—  Tu... ¿Cómo lo haces?

Inoue cuestionó finalmente con un poco de temor ignorando su repentina disculpa.

¿A qué le estaba temiendo realmente?

—  Yo no hago nada. —respondió sin mirarla escondiendo una sonrisa — Esa es la verdad.

Otra vez estaba pasando. Sus ojos se veían normales a pesar de tener una pizca de dolor en ellos. Eso atrapó a Akane dejándola totalmente hipnotizada y con toda su atención puesta sobre él.

— ¿Quién eres?

Esa pregunta no era para nada ridícula y Seijuro amplió su sonrisa por ese detalle.

—  Soy quien se esconde detrás de un gran talento.

Él no estaba para nada aclarando sus dudas. Y esa sinceridad en sus palabras. No había forma de explicar todas las cosas que estaba despertando en la peligris.

—  Dime más...

Murmuró casi inconsciente. Pero otro parpadeo y su pupila naranja regresaba, y ésta vez parecía insistir en quedarse.

—  No tengo porqué.

« Rayos ¿Está jugando conmigo? No, realmente hay alguien más ahí. »

Inoue fruncio el ceño decepcionada volviendo su mirada a la taza aún llena. La curiosidad estaba comenzando a carcomerla por dentro pero algo le advertía que no interfiera más. Tal vez sus ojos bicolor eran los que se lo pedían, con ahora esa mirada pícara y tediosa sobre ella. Esa que odiaba con todo su ser.

—  En la cornisa mencionaste algo sobre "Mi familia está en quiebra" —cuestionó Akashi mirándola con interés, cambiando totalmente su semblante — ¿De qué se trata?

Inoue tragó con pesadez al recordar no sólo la situación en la que estaba cuando dijo aquellas palabras, sino que también su contenido.

—  No hay mucho que explicar. La empresa de la familia de Himori Natsu esta saboteando a la de mis padres en plan de venganza por lo que ocurrió con el club de voleibol. —  Sus manos se aferraron a la taza con fuerza sin importar si pudiera romperla. —  Esa maldita se pasó de la raya. Acaba de cometer el peor error de su vida.

Amo odiarte | Akashi SeijuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora