Capítulo 6: Saliendo del cascarón.

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POV Iván

-¡Venga, Iván! ¡Baja de una maldita vez!

-¡Ya voy!

-¡Eso has dicho las tres últimas veces!

Rodé los ojos también por tercera vez. Volví a mirar las camisas sobre la cama. ¿Qué se suponía que tenía que ponerme? ¿La camisa lisa? Demasiado formal. ¿La camisa hawaiana? Eh... no sé ni por qué me la traje. ¿La camisa a cuadros? Quizás demasiado informal... ¡A la mierda! La camisa a cuadros será. Pero...

¿Quieres ponerte la puñetera camisa de una vez y mover el culo? Ni que fuera tan difícil.

Bufé ante mis propios pensamientos y me puse la camisa. Di una última mirada al espejo. No soy Brad Pitt, pero no me veo mal. Bajé las escaleras corriendo y salí a la calle, donde me encontré a dos gorilas enfadados esperando al lado del coche.

-¿Tanto para eso?- protestó Alex al verme- Pensé que valdría la pena la espera, pero parece que estás más feo que antes.- me dio una mirada de arriba a abajo y puso mala cara.

Bufé de nuevo y decidí dejarlo correr, no tenía sentido seguirle la corriente ya que eran dos contra uno. Subí al coche y esperé a que ellos hicieran lo mismo. Por suerte nuestros padres le habían dejado el coche a Héctor, así no tendríamos horarios. Cuando subieron observé que ellos iban con camisas lisas y formales. Bueno, si me alejaba de ellos no parecería informal.

En ese momento me vino una imagen a la mente: Lorena, yo, solos cerca del lago, a la luz de la Luna...

Sigue soñando, el único consuelo que te queda es pensar que podría pasar. Tu mayor obstáculo es que ¡está literalmente en el otro lado del planeta!

Gracias por los animos, cerebro. Algún día tendría que sacar a Lorena de mi cabeza, pero era complicado. ¿Cómo olvidarla si todo me recordaba a ella? O más bien... una sola persona. ¿Por que justo la hermana de mis nuevos amigos tenía que ser clavada a Lorena? La diferencia está en que Lorena aparentaba ser dulce, sencilla y tímida, aunque por dentro fuese la mayor arpía manipuladora del mundo; pero Luis, aún intentando parecer antipática y borde, se veía que en el fondo tenía un gran corazón.

La radio dejó de sonar y las puertas delanteras se abrieron, sacándome de mis pensamientos. Bajé antes de que me dejaran encerrado en el coche "sin querer". Empezamos a caminar por un descampado cercano a la carpa que usaban como aparcamiento. Algunas personas estaban todavía allí, con la música a todo volumen y botellas de ron en el maletero, esperando a estar lo suficientemente borrachos para no tener más ganas de beber y no pagar las copas dentro.

Recordé los momentos en los que yo también habría hecho eso por ser menor de edad y no poder comprar alcohol dentro de la discoteca. Otra vez volvió a mi cabeza la imagen de mi pesadilla personalizada, la que está ligada a ese pasado: Lorena. Y con ella apareció la otra chica que me volvía ridículamente loco. Eran tan iguales y tan diferentes a la vez...

¡Deja de pensar en ellas! Vas a acabar más amargado de lo que ya estás.

-Franco dice que están saliendo, llegaran en 15 minutos.-habló Alex mirando su teléfono- La verdad es que la diferencia de ir en coche e ir andando es bastante grande, y porque no tenemos hermanos pequeños como Leo. Me contó que el otro día...

No podía faltar que mi hermano divagara sobre cualquier gilipollez. Mejor pararlo ahora que estabamos a tiempo.

-¿Y por qué no hemos venido con ellos en vez de ir por separado?- pregunté mirando a Héctor, quien me devolvió una mirada de agradecimiento.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2017 ⏰

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