Tributo

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Perder a alguien se siente como si te arrancaran el corazón del pecho sin piedad ni clemencia, sin ninguna compasión. Es algo que no se describe con facilidad y si tienes el valor de describir esa sensación de vacío que se impregna en tu ser no hay duda de que cuando empieces a narrar tu dolor lo harás en medio de miles y miles de lágrimas que por más que trates de detener no lo lograrás. Solo así te podrás desahogar o eso es lo que pensamos.

No hay manera de remediar la muerte de alguien, aunque lloremos, gritemos y lo neguemos una y otra vez esa persona no regresará y sí, es algo muy poco creíble, sobre todo si esa persona aún tenía una vida por delante y estaba llena de ilusiones y metas.

Pero en lo que no reflexionamos es en lo positivo de todo esto, y aunque sea superdifícil ver el lado bueno de esta situación y aunque lo dudemos muchísimo, existe. Esa persona que ya no está a nuestro lado ahora no deberá sufrir o preocuparse por las cosas cotidianas y monótonas de este mundo terrenal en el que la gente solamente busca su propio bien, aunque eso signifique destruir las ilusiones ajenas. Por eso en el fondo de mi corazón, aunque lo extrañe y me haga falta estoy alegre por saber que ya no se tiene que preocupar por todos esos problemas que lo atormentaban y lo mantenían despierto, noche tras noche.

Escribir esto me ha costado mucho y aunque muchas veces trate de terminar esto no podía, no sabía qué escribir ni que pensar o en que inspirarme, pero a pesar de todo eso siento que es la manera más hermosa de rendir un tributo que tal vez no sea la gran cosa y quizás a muchas personas les parezca patético.

Perdí a un gran amigo, a aquel chico que me cuidaba como si fuera su hermana pequeña y siempre trataba  que yo sonría, aunque él se estuviera derrumbando por dentro, tengo que admitir que aún le mando mensajes con la escasa esperanza de que me responda sé que eso no pasará, por eso cada noche que me desvelo hablo con él porque sé que en el lugar que esté me escucha y me cuida.

Si lo decepcioné con algo que hice lo lamento, pero ya no lo puedo corregir, sin embargo, en el futuro trataré de ser aquella persona que siempre quiso que sea, aquella niña que le veía el lado positivo a cualquier situación y sonríe a pesar de las adversidades, y me superaré hasta llegar a cumplir mis metas tal cual algún día se lo prometí. No podré cumplir todas las promesas que le hice como la de que algún día cocinaríamos juntos o que pasaríamos una tarde completa los dos viendo sus series de anime favoritas, son cosas que no voy a poder cumplir porque ya no está a mi lado; quizás eso no lo cumpliré nunca, pero si aquellas promesas que le hice aquella noche que no dormimos y pasamos hablando por videollamada hasta altas horas de la madrugada, esas promesas que llenaron nuestros ojos de lágrimas, las mismas promesas que cumpliré por él para que siga sintiendo el orgullo que me dijo algún día que tenía al ver como soy y en lo que me estaba convirtiendo.

Siempre te extrañaré.

Una Chica Sin VozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora