Victorious (Brendon Urie y tú)

Dos hombres y una pinta (1)

Cuando Brendon entra por la puerta casi se me tira encima. Noto sus brazos rodéandome y casi no me deja articular palabra. Cada vez que intento decir algo me tapa la boca con un beso.

-Eh,eh fiera- atino a decir entre besos y él sonríe- que está Holly en casa. 

Pone su frente contra la mía y se ríe, mirándome la boca. Sonrío y oigo que Holly aparece por el pasillo, lista para irse. 

-¿En serio?- se queda parada mirándonos, con una expresión divertida- mejor que me vaya, no sea que os pongáis a hacerlo y no me dejéis dormir.

-¿Qué? Ya te ha contado mis habilidades veo- ríe Brendon moviendo las cejas de forma divertida, a lo que yo abro mucho los ojos, simulando sorpresa y me río.

Mi amiga sacude la cabeza fingiendo desaprobación y se despide de nosotros. 

Aunque estoy cansada y es tarde, mi estómago empieza a rugir. Me pongo a preparar un batido de frutas y Brendon se pone a cortar los ingredientes conmigo. De vez en cuando, se me escapa una sonrisa tonta de felicidad y le doy un beso en la mejilla como sorpresa.

-¿Qué tal ha ido en Los Ángeles?-pregunto, mientras corto una fresa.

-Muchas, muchas reuniones con toda la discográfica. -suelta un bufido.

Brendon coge su teléfono y va a la galería de fotos.

-Mira, pude ver a mis pequeños.-continúa sonriente.

Me enseña la foto de él con sus perros, Penny Lane y Sinatra. Los está paseando por una playa. Y se le ve feliz, aunque noto una punzada en la barriga. Los tenía Sarah y eso quiere decir que se han visto. ¿Es otra punzada de celos? La verdad es que las comparaciones de algunas fans en Instagram no ayudan mucho, ella siempre sale ganando. 

-Se te ve super feliz, en serio- le digo, convencida- a ver si vas a ser un LA Devotee. 

Brendon se me queda mirando. 

-Ha sido un chiste muy malo, T/N- dice, pero se le escapa la risa. 

-Te ha hecho gracia.-digo, seria. 

-No.

-Sí.- fuerzo la sonrisa y acaba riéndose.-¿lo ves?

Me besa. 

-Y si te preguntabas si he visto a mi ex, no, nos pusimos de acuerdo para que ella no estuviera en casa cuando yo fuese a verlos.-me dice, seguro. 

-No, tranquilo, ni lo pensaba-miento, alucino con su manera de saber qué me preocupa sin que yo diga nada- y si la has visto, no pasa nada. 

-No es algo que me apetezca hacer y más con tanto abogado de por medio- mete toda la fruta en la licuadora- que ya podrían ir más rápido para los papeles de divorcio. Además, ahora que estamos separados, la conozco e intentará sacarme todo lo que pueda. - admite con cierta rabia en la voz.

Aprieto el botón, el ruido de la licuadora enmudece la conversación y yo me quedo pensativa. Descubro que es incómodo que me hablen de Sarah, pero las redes sociales son una cosa, es gente que no la conoce y la admira por las razones que sean. Pero que sea Brendon, que la conoce y ha estado con ella casi diez años es otra cosa.  En parte me alegro que no la alabe, sería raro y deprimente estar con alguien que sólo hace que alabar a su ex, aunque después  de que ella le fuese infiel es normal que hable de ella como habla. ¿Y si Brendon está conmigo por despecho? Noto otra punzada e intento sacarme de la cabeza esta tontería que acabo de pensar. 

Si estuviera conmigo por despecho hubiese ido corriendo a su ex a decirle que estamos juntos o hubiese dado mil exclusivas en revistas y no ha sido así.