Vi la lluvia caer por la ventana
y a las personas pasar apuradas
vi sus rostros sintiendo suplicio
y a su vez disimular su esperanza.
Tal vez fue temor a la dignidad
lo que me hizo estallar
tal vez es que no supe lo que es
cambiar libertad por estabilidad.
El ambiente es lógrebo
y así logro recordar
como silente logré acallar
a ese gigante Titán.
Mezcla de puñalada
y dulce mortificación
el momento de tensión
dejó en vilo mi corazón.
Se escuchó revoluciones
y gentes y gentecillas
corrieron despavoridas
al pensar en soldados e infantería.
Más la revolución tan solo movilizó
amantes y odiosos, pidieron perdón
obsesos por la divinidad que causó
aquel ocaso que conmovió.
¡Oh, vivo rayo de luz!
Se desentendió de toda oscuridad
iluminando nuestros caminos
una era de esperanza ha de crear.