Capítulo 3: La familia

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Bueno mi querido animal, tú decides si me quieres acompañar en mi intento de sobrevivencia o no -digo acariciando la cabeza del perro.

Veo que mueve su cola, veo que tiene un collar donde sale su dirección y número de casa.

Vaya, veo que tienes dueño. -digo sonriendo.

Siii!! estas vivo Kenny -dice un extraño.

Me giro y veo a un señor de tercera edad, se veía felíz al ver a su mascota.

Aléjate de él -dice el señor apuntándome con un revólver a lo que reacciono igual.

Mi intención no es hacerle daño, al perro lo vi dentro del instituto y me siguió, solo eso recién veo su collar.

Eres muy joven para tener en la mano un arma.

Como está el mundo ya no importa si eres joven o viejo, lo importante es sobrevivir.

¿Y la sabes ocupar?.

No me gustaría enseñárselo ahora señor, está muy callado, si disparo podría atraer a esas cosas.

Si que sabes lo que te conviene chico.

Veo que tienes una herida en el hombro, te la podría curar pero no tengo implementos para sanar la herida.

No se preocupe, la bala salió de mi hombro así que la herida no es tan grave -digo serio.

Mejor tranquilicémonos -dice bajando el revólver.

Me empieza a doler la herida del hombro.

Oh... joder, otra vez esta basura -digo agarrándome el hombro.

Siento que me mareo poco a poco, el abuelo se acerca para sostenerme.

Vaya, la herida te está tomando la cuenta pequeño.

No... no es nada -digo para que al rato me caiga al suelo.

***** Horas más tarde.*****

Don-donde estoy? -pienso mientras abro los ojos.

Al fin despiertas joven. -dice el anciano.

¿Donde estamos?.

En el refugio de uno de tus amigos.

¿Refugio?.

Suerte que te encontramos Bruce. -dice Charlie.

Oh vaya, no sabia que tenías una casa cerca del instituto.

No es mi casa pero estaba vacía así que mientras te esperamos, con los chicos entramos acá, al rato Shane y Mark salieron a buscarte y te encontraron en el suelo con el anciano al lado. -responde Charlie.

Lo bueno es que el anciano es buena gente, te estaba apretando la herida para que no botara más sangre. -dice Mark.

Gracias señor, y Kenny, ¿donde está? -pregunto mientras me levanto lentamente.

Está en la cocina, seguramente estará con el hocico dentro del basurero.

Al menos se entretiene.

Ya es de noche, tenemos que apagar las luces, o sino llamaremos mucho la atención, alguien se tiene que quedar vigilando, ¿alguien se ofrece?.

Yo, ya dormí demasiado y es hora de que ustedes lo hagan. -digo agarrando una silla poniéndola frente a la puerta.

Seguro Bruce? -dice Aaron.

Descansen, mañana tenemos que repartirnos tareas y planear varias cosas para sobrevivir.

Todos se fueron del living de la casa donde nos hospedamos, me siento en el suelo y me apoyo en la pared con una rodilla levantada.

El odio trajo la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora