Una historia para comenzar

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Nota: Pueden reproducir el vídeo para el inicio

Hace un tiempo, en un reino de la dimensión infernal, había un rey muy poderoso y de corazón despiadado, no conocía la amistad, el perdón o el amor.

Pero tras toda esa maldad, él tenía una enfermedad mortal, la cual fue descubierta por un famoso médico de su reino, quién había sido convocado por el y aseguraba conocer su cura pero tardaría para encontrarla, fue entonces que solicitó un carruaje para salir a los confines de la dimensión para encontrar dicha cura.

Pasaron semanas y tras tanto tiempo de espera, por fin llegó una respuesta, la cual daba malas noticias, una carta se le hizo llegar donde decía lo siguiente:

"Perdone su majestad pero le he fallado, no solo metí mis manos en lo más profundo de este vasto infierno, si no que tampoco he podido cumplir con mi palabra y con su petición, si ahora está leyendo esta carta es porque yo ya he muerto y porque no le queda mucho tiempo de vida, por ello le pido que me pueda perdonar... esta es mi despedida."

Tras esta noticia el soberano rey demonio comenzó a preocuparse por su vida, esto lo hizo recurrir a un extensa búsqueda de algún médico de otras dimensiones que pudiera tratar con su enfermedad pero ninguno tuvo éxito. 

Un día una bella mujer demonio, de cabello plateado y ojos rosados y brillantes como cristales, llegó al reino de Magnus, pidiendo hablar con el rey pero este la rechazó, pues no tenía tiempo de atender a una extranjera sin linaje y menos en aquél momento de preocupación, sin embargo aquella mujer volvía una y otra vez, ignorando todas las advertencias que se le daba.

Cuando el rey se cansó de tanta insistencia por parte de la mujer, la dejó pasar y hablaron en privado, intercambiaron algunas palabras, las cuales fueron claras y precisas, una de ellas calmó al rey, pues le había dicho que ella conocía su enfermedad y su cura, entonces el rey, al no tener más opción, decidió contratarla como su doctora.

Pasaron los días y de alguna forma, cada vez se le podía ver al rey más tranquilo, pero no sólo eso, tenía una expresión de alegría que nunca antes se le había visto en años. El reino al notarlo se sorprendió mucho y desde ese día muchas cosas comenzaron a cambiar. Sus más leales subditos se notaron más tranquilos al saber que el soberano no los dejaría y el reino podría seguir en paz por un tiempo, pues nadie se atrevía a hacerle frente al gran poderío que este poseía.

No pasó mucho tiempo para que Idra y Magnus se unieran en matrimonio.

Unos meses después la reina le dio un par de buenas noticias al rey, entre ellas estaba la noticia de que un nuevo sucesor nacería y que al mismo tiempo su enfermedad pronto se curaría. El reino de Magnus tuvo fiesta, pues el rey y la reina decidieron festejar las buenas nuevas. Pero... la alegría no tardó mucho, en esa misma noche ocurrió una tragedia, un asesino acabó con todo, el futuro y la alegría del rey, irrumpiendo en el medio de un ameno brindis. Esto fue un duro golpe para el reino, y mucho más para el rey.

Las últimas palabras de la reina Idra fueron: "No dejes que la oscuridad ciegue tu corazón, amado mío". Sin embargo el rey nunca llegó a comprender dichas palabras y se dejó llevar por sus emociones, odiando y maldiciendo todo, hasta el punto en el que los síntomas de su enfermedad aparecerieron, entonces el rey recapacitó, vio todo el daño que había provocado la muerte de su esposa y reflexionó un poco, no le quedaba mucho tiempo de vida, ahora no tenía quién pudiera sanar su enfermedad que aún no estaba sanada, se sentía como al comienzo, como si su destino estuviera escrito, pero había algo más importante que tambien le hizo pensar más en ello. ¿Quién sucedería la corona y todo el gran poder que como rey poseía? La respuesta no le era clara y nunca se había puesto a pensar en algo como eso, siendo un rey demonio nunca sintió necesidad de tener descendientes y si llegara el caso en el que él mismo cayera, no le importaría mucho pero tras la aparicón de Idra, había cambiado de idea, cuando recibió la noticia de que nacería su sucesor, se hizo la ilusión de poder sembrar sus ideales en su misma sangre y dejar esa basta dimensión en manos de alguien que supiera gobernar tal como él deseaba. 

(Hasta este punto finaliza la reproducción del video)

Aunque confiaba en sus subditos, no veía en ellos un buen futuro para el reino como para ceder la corona, así que llamó a sus consejeros más leales para decidir quién sería el mejor candidato, y tal como temía, ninguna opción lo dejó satisfecho. De no ser por una visita inesperada, la reunión no hubiera llegado a ningun lado.

Los presentes lo reconocieron a primera vista, no era una persona que ellos hubieran esperado ver en medio de la situación. Todos se pusieron a la defensiva, para proteger al soberano y mostrar su lealtad ofreciendo su vida para luchar contra el misterioso intruso.

—No hay necesidad de luchar, sé muy bien lo que está ocurriendo aquí y es por ello que me presento personalmente.

—¡¿Acaso has venido a terminar tu trabajo?!

Cuestionó uno se los servidores del rey, sospechando que él era el autor del asesinato.

—Te sentirías aliviado de saber que yo fuera el culpable y tenerme a tu merced, pero siento decirlo, no soy a quien estás buscando y si lo fuera, los hubiera matado a todos en el momento.

—¡Bajen las armas!

Ordenó el rey y sus guardias guardaron sus armas, sin perder la vista de su objetivo.

—He oído mucho de ti, eres el lacayo de esa mujer ¿No es así? Dime ¿A qué has venido?

—Me complace saber que está bien informado, pero no es del todo así, puedo contarle más de mi, si accede a mi sugerencia.

—Llegaste en un mal momento y en cima, acabaste con todas mis defensas, no me dejas opción más que recibirte, de igual manera mis sirvientes no bajaran la guardia y no son nada comparados a los guardias de allá afuera y aunque trabajes con esa mujer te consideraré un intruso, no tendré consideración al usar mi poder en tu contra, será mejor que vayas al grano.

El tipo misterioso dio su propuesta, la cual le pareció al rey, mejor dicho, sonaba mejor que las ideas de su consejo.

El rey lo meditó por un momento hasta tomar la decisión definitiva.

—Está bien, acepto tu propuesta de elegir a un ser humano para que sea el próximo rey, sin embargo,  no puede ser cualquiera, aquella persona tiene que cumplir con mis expectativas, no quiero dejar en manos de ningún loco o idiota todo mi reino, debo suponer que sabes con lo que estás tratando... Diamond Knight.

—Así será, Lord Magnus

Y así, comenzó la búsqueda de aquel o aquella que sería el próximo rey demonio del reino, uno de los más poderosos todas las dimensiones infernales.

The Queen of Magnus [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora