-Por cierto, lindo auto- me dijo
-Gracias- conteste simple
-¿Es nuevo?-
-No es mío- le dije a secas
-Es de mi hermano- dijo Leia feliz
-Ah- dijo mi amigo y no volvió a decir otra palabra hasta que estuvimos enfrente de mi casa, sé qué hablar de Daniel le incomoda, no es su persona favorita en el mundo precisamente
-Abre la puerta- le dije a Nora tendiéndole las llaves
-Te ayudó- me dijo Ed y tomo seis bolsas al mismo tiempo, yo traía dos y estaba sufriendo, le puse llave a América y entramos a la casa-Muy bien, haremos ravioles- les informe a los tres después de habernos lavado las manos y de que las niñas se ofrecieran a ayudar con la cena
-¿Ravioles?- preguntó Ed
-Es la comida favorita de Daniel- dijo su hermana y seguido se formó una mueca en la cara de mi amigo
-También me gusta la comida italiana, así que por qué no- dije poniéndome roja sin saber porque-Que asco- dijo mi hermana mientras yo preparaba las espinacas
-Nunca las haz probado, por eso dices eso- le dije estresada , Nora siempre se quejaba de toda mi comida porque en su mayoría la hacía con vegetales, y no es por ser vegetariana ni nada por el estilo, es solo que hay personas que prefieren las frutas y otras que prefieren las verduras, y yo pertenezco al segundo grupo
-Ok, la salsa ya va a estar lista- me informó Ed
-Y la pasta ya está cortada- dijo Leia
-¿Que hace el en mi casa?- preguntó una tercera voz
-¡Daniel!- grito Leia y corrió a abrazar a su hermano
-Hola enana- dijo este acariciando el cabello de su hermanita
-Vine a ayudar a B- dijo mi amigo
-Su nombre es Sara- dijo Daniel cortante
-B es su apodo, algo que haces a las personas a las cuales les tienes cariño, no creo que lo entiendas- dijo Ed egocentrico, Daniel solo lo fulminó con la mirada y apretó la mandíbula, esto no terminara bien para nadie
-Daniel, ¿podemos hablar?- le pregunte, pero este ni se inmutó
-Daniel..- le dije una vez más mientras tomaba su mano y este se estremecía ante el contacto, volteo a verme y le supliqué con la mirada
-Está bien- dijo y empezó a caminar sin soltar mi mano. -Las niñas..- empezó a decir
-No soy un psicopatía hombre, las niñas están bien conmigo- interrumpió EdSuspire
-Daniel no puedes arruinar esto, no hoy- le dije con tono de súplica una vez que estuvimos en la sala
-Sara yo no estoy arruinando nada, es el quién está en mi casa sin que nadie lo invitara- dijo exasperado pero en voz baja
-Yo lo invite- solté
-¿Que?- soltó con una risa de incredulidad
-Yo lo invite, y por favor, significaría el mundo para mi que por una vez te controlaras y no hicieras un espectáculo enfrente de todos, en especial frente a Olivia- le dije haciendo una mueca
-¿Le caigo mal a tu mejor amiga?- preguntó con decepción
-No exactamente, pero digamos que por ahora no eres su persona favorita-
-Está bien, me comportaré, pero lo haré por ti, no por el idiota que está en la cocina con mi familia- dijo para después depositar un beso en mi frente y caminar hacia donde estaban los demás, dejándome paralizada en la sala, ¿que acaba de pasar?-Lo tenemos bajo control- escuché decir a Ed
-Mi cocina mis reglas- le contestó Daniel
-¿Que está pasando?- pregunte cuando entre a la cocina
-Quiero ayudar con la cena- se quejó Daniel como niño chiquito
-Ya somos muchos, por si no se han dado cuenta su cocina es muy pequeña-
-Eso se puede arreglar- dijo Daniel con una sonrisa
-No me voy a salir, yo le dije a B que le ayudaría primero- dijo Edwin después de que Daniel le dijera que se saliera de la cocina
-Entonces no veo forma de poder cocinar- dijo Daniel quitándose el mandil, este era el panorama, una cocina pequeña, dos hombres altos, uno que traía mandil y otro que se lo acababa de quitar, yo parada en medio de los dos sin saber qué hacer y las niñas viendo la escena desde la puerta
-Entonces me voy yo- les dije y cada uno me sostuvo una mano
-Suéltala- dijo Daniel
-Suéltala tu- le dijo Ed quejándose
-No-
-Pues ni yo la soltaré- se quejó el rubio
-Ya basta- dije molesta
-Lo siento- okey nunca me iba a acostumbrar a Daniel disculpándose conmigo
-Ya me harté, ustedes dos van a terminas de cocer la pasta y cuando terminen van a limpiar todo, yo me iré a la sala con las niñas a ver una película, y no quiero escuchar que ninguno se queje o que se rompa un plato porque si no, juro que no les hablare lo que queda de esta semana y parte de la otra- les dije apuntándolos con mi dedo índice. Salí de la cocina sin decir nada más, tome en control y me senté en el sofá con las niñas y empezamos a ver una película-Ya terminamos- dijeron los dos mientras salían de la cocina
-¿Enserio?, wow, que rápido-
-Si mamá, ya van, si, yo las acompaño..- dijo Daniel rodando los ojos mientras hablaba por teléfono
-¿Ya nos vamos?- preguntaron las niñas al mismo tiempo mientras hacían puchero
-Si, las jefas las quiere en casa para cenar- dijo Daniel poniendo una mano es su frente como si fuera soldado y las niñas lo imitaron
-¿Podemos venir mañana?-
-Pueden venir cuando quieran- dije sinceramente
-Así es, es más mañana podemos hacer noche de películas, pueden venir y pediremos pizza y haremos las pasta y palomitas, dulces y todo lo que se les antoje- les dijo Daniel mientras cargaba a las dos niñas una en cada brazo y estas reían
-¿Parezco un saco de patatas para ti?- preguntó mi hermana riendo
-¿No lo son?- preguntó el de regreso mientras reía
-Me saludan a todos- les dije antes de que Daniel saliera por la puerta sin antes indicarme que iría a dejarlas y se regresaba, yo solo me quede viendo en la dirección en la que se habían ido y sonreí como idiota
-Te gusta-
-No- dije ridículamente
-No fue pregunta- me dijo Ed serio
-No lo sé Ed, estoy confundida- le dije mirando al suelo
-No deberías, no es buena persona Sara, no te dejes engañar- me dijo como si conociera a Daniel de toda la vida
-Ed no quiero sonar grosera, pero no lo conoces- le dije firme
-¿Y tú si?- me preguntó incrédulo y algo burlón
-Si- mentí
-Dime, ¿cuál es su pasado?, ¿conoces algo de él además de que es algo bipolar y molesto?- preguntó burlándose
-Eso no te importa-
-¿Vez?, no lo conoces- dijo firme y no puedo creer lo que voy a decirle
-Ed voy a tener que pedirte que salgas de mi casa- le dije decidida
-¿Perdón?- me preguntó incrédulo
-Necesito que te vayas- le pedí en voz baja
-De acuerdo, me iré, pero haces esto porque sabes que tengo razón- tomó su chaqueta y su skate y abrió la puerta de la casa. -Adiós B- dijo y cerró la puerta, ¿que acabo de hacer?
-Ya llegue- avisó Daniel
-Si- dije
-Hey, ¿te ocurre algo?- me preguntó preocupado mientras sostenía mi cara entre sus manos, examinando mi expresión
-No, estoy bien, enserio- le dije viendo hacia el piso
-¿Te hizo algo?, Sara si ese idiota te hizo algo te juro que lo mato, ¿Donde está?- preguntó molesto
-Ya se fue-
-¿Se fue?- preguntó incrédulo
-¿A donde vas?- pregunte al ver que tomaba su chaqueta y las llaves del auto
-Voy por ese idiota, esta cena es importante para ti- me dijo furioso. -Y sé que él también es importante para ti- termino de decir ahora con coz triste y mirando hacia el suelo
-Daniel- le llame mientras lo sujetaba del brazo antes de que saliera de la casa. -Yo le pedí que se fuera- dice triste
-¿Porque?- preguntó confundido, pero se veía una chispa de alegría en su rostro que no pudo ocultar
-Simplemente no estábamos llevándonos muy bien hoy y no quise que el ambiente en la cena fuera tenso-
-Está bien, como tú prefieras, me iré a cambiar, tus amigos llegarán en cualquier minuto- volvió a besar mi frente y subió las escaleras, yo no me cambiaría, no tengo ánimos de pensar en que me pondré, y creo que la ropa que traigo no está tan mal, me despertó de mi trance el sonido de alguien tocando la puerta, camine hasta esta y la abrí
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La promesa que cambio mi vida
Подростковая литератураSara Blake una chica de 18 años, hija de exitosos empresarios y con el corazón roto, se entera que su padre hizo una promesa hace 17 años con un amigo que le cambiará la vida por completo. Buscas una novela con humor?, amor? Y una que otra decepción...