¿Sin trabajo?

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Antes de empezar:

Negrilla: Diálogos en ruso.

Cursiva: Diálogos en inglés

****YoI****

Yuuri Katsuki, un chico de 18 años esta completamente desesperado por hallar un trabajo. Hace poco tiempo había finalizado sus estudios y solo a un mes de retomar la temporada como patinador, sus patines se malograron, dejándolo sin nada para entrenar. Su amigo, Phichit, se había ofrecido a prestarle los suyos, pero, infortunadamente estos no le habían calzado, y a falta de la solidaridad de sus otros compañeros y el costo que les había representado hacer el viaje para entrenar, no le quedaba mas opción que buscar un nuevo trabajo, si quería participar en esta temporada.

Su destino de viaje, había sido Rusia, mas exactamente, San Petersburgo. Su entrenador, Celestino Cialdini, había decidido que Rusia, por ser cuna de los mejores patinadores del mundo, era el destino perfecto para ir a entrenar una temporada, y sacar provecho de ese viaje para crecer como patinadores.

Y ahora que había podido cumplir su sueño de viajar a la tierra donde su ídolo se hizo grande, no podía entrenar, puesto que sus patines, en este momento no servían para nada.

Y justo por esa misma razón, es por la que se encontraba vagando por las calles de San Petersburgo, con la mejor vestimenta que portaba en su mochila y tocando puertas, con la esperanza de hallar un trabajo, por pequeño que este fuera.

[...]

Llevaba dos horas sin hallar nada, desafortunadamente, en todos los sitios a los que iba, el personal ya estaba completo o sencillamente le pedían una experiencia laboral, que el desgraciadamente no tenía.

Ya había perdido las esperanza de conseguir un empleo y por ende, de participar en esta temporada. Iba sumergido en sus pensamientos, hasta que de repente, choco con otra persona. Solo fue consciente de este hecho, hasta que sintió un liquido caliente empapando su, antes pulcra, camisa blanca.

Perdoname, no fue mi intención tropezar contigo y arruinar tu camisa– dijo en ruso la suave y fina voz de una mujer. Al levantar la vista, se encontró con una bella mujer de rasgos finos y delicados, piel blanquecina, cabellos rubios y ojos de un una extraña mezcla entre azul y verde, los cuales, de una forma u otra le parecieron familiares.

disculpe, no entiendo lo que me dice– dijo el chico con vergüenza.

¡Ay! Disculpa, no sabia que no hablabas ruso, aunque por tu aspecto, puedo notar que no eres de aquí, lo que te quise decir, es de que lamento haber tropezado contigo, no fue mi intención haber tropezado contigo– dijo con suavidad, disculpándose con el chico con el que había tropezado.

no se preocupe, fue un accidente, en todo caso, lo mejor es que regrese al sitio donde me hospedo, la verdad no creo encontrar algo para mi hoy– dijo con desanimo y pesar, lamentándose de la mala suerte que había tenido.

¿buscas empleo?– pregunto con genuina curiosidad y un brillo de felicidad la mujer. Esperaba que aquel lindo jovencito necesitara trabajo, por que ella ya tenia el trabajo perfecto para el.

si, he llegado por cuestiones de entrenamiento a este país, pero tuve un percance con mis patines y ahora debo encontrar un trabajo, si quiero participar en esta temporada– dijo con pesar y desanimo. Sus padres le habían inculcado el no relacionarse y confiar en extraños, pero aquella mujer le transmitía una seguridad y confianza, que le permitía expresarse y contarle sus penas con tranquilidad, realmente aquella mujer le había agradado.

¿patinaje?– cuestionó con interés, definitivamente aquel chico era el idóneo para el trabajo –creo que no necesito buscar más, eres la persona indicada para lo que te quiero proponer, pero antes, debemos remplazar esa camisa, no puedo permitir que permanezcas así, y más si fue por mi culpa– dijo la mujer con efusividad, mientras lo tomaba de la mano y lo conducía al interior de una lujosa tienda.

Cuidando del Pequeño VicchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora