Todo sonido desapareció del pequeño cuarto.
El único movimiento que se podía percibir era el rastro de humo de una vela que hacía segundos había sido apagada.
Incluso parecía que las tres personas que se encontraban allí habían dejado de respirar.
Los ojos del príncipe quedaron plantados en el punto justo donde se encontraron con los de Kirara antes de que se desmayara. Ni siquiera sus párpados eran capaces de moverse.
Jiyong fue el primero en reaccionar.
-¿Q-qué fue todo eso?- preguntó en un hilo de voz, tan conmocionado que las palabras le rasparon la garganta antes de salir. -¿Seunghyun?- observó al muchacho mientras fruncía el ceño e intentaba interpretar la situación.
Al ver que no contestaba, ejerció una pequeña presión entre sus dedos entrelazados y le pasó el pulgar por el dorso de la mano.
No tuvo respuesta.
-¿Qué está sucediendo?- gruñó para sí mismo al momento que se pasaba la mano libre por el rostro. –Kirara despierta- ordenó. –Vamos noona, levántate...
Pero antes de poder decir algo más, la mujer comenzó a moverse involuntaria y violentamente, golpeando la cabeza contra la mesa al tiempo que una espuma grisácea salía de su boca.
-¡Kirara!- exclamó, soltando la mano de Seunghyun y rodeó la mesa rápidamente, intentando sostenerla de la barbilla. -¡T.O.P!- gritó a todo pulmón.
El médico no tardó ni dos segundos en darle una patada a la puerta para ingresar y ver aterrado a su hermana. -¡Tráela y recuéstala en el piso! ¡Dae busca una almohada! ¡Bae ayúdame a mover esto de aquí!
Antes de que el mayor terminara de dar órdenes, el capitán ya había cargado la mujer en su hombro y salía disparado por la puerta, dejando al príncipe sentado en la misma posición que estaba desde antes que todo esto pasara.
La habitación pareció congelarse nuevamente.
Seunghyun oía gritos a lo lejos, como si su cabeza se encontrara sumergida al fondo del océano, o dentro de una gran botella de vidrio. Apenas moviendo un dedo, sintió la ausencia de una mano que antes lo estaba conteniendo y el corazón le dio un vuelco en el pecho.
Sus labios temblaban casi imperceptiblemente y el no poder parpadear se le estaba haciendo una tortura.
Sin ser capaz de controlar su cuerpo por completo, se concentró en echar forzosos vistazos por el rabillo de sus ojos y en escuchar cómo T.O.P, desesperado, le pedía a Kirara que reaccione antes de volver a bombear su corazón presionándole el pecho cinco veces antes de darle lugar a Youngbae, el cual llenaba sus pulmones de aire para pasárselo a ella cuando el médico se detenía para acercar su oído al rostro de la muchacha. Daesung estaba a un lado, restregándose las manos temblorosas y no dejaba de sollozar; lo que provocó que el muchacho tragara sonora y duramente a pesar de tener el cuerpo entumecido.
Jiyong, en cambio, se notaba calmado. El príncipe no podía verlo al rostro y su perfil se volvía cada vez más borroso ya que se había vuelto muy difícil el poder observar claramente sin parpadear. Pero distinguía sus manos juntas en forma de plegaria, sirviendo de apoyo para su rostro. Hacía parecer que la situación no le afectaba, aunque todos sabían que disputaba una batalla interna y el mundo ponía una gran carga sobre sus hombros en ese momento.
El labio inferior del muchacho tembló y apretó los dientes con fuerza.
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De frente al mar ~ [Nyongtory]
FanficLeyendas sobre el kraken, islas encantadas, tesoros perdidos, sirenas, hechiceras y barcos fantasmas se pueden escuchar alrededor de los siete mares. Pero una en especial es la que todo el mundo conoce y teme. Una que algunos aseguran que es real. U...