Capitulo 2: La Venganza es una Odisea

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Había vuelto a la vida con un solo propósito, vengarme del asesino de mi familia. Corrí al puerto a ver si por suerte no se habían marchado todavía, para mi mala suerte, Odiseo ya se había ido, pero todavía quedaba un barco griego que no había partido, y sin pensarlo me abalance sobre los griegos, luche contra ellos, me notaba raro, era más rápido y más fuerte, los griegos no pudieron conmigo y acabe con ellos uno a uno, le cogí una armadura a uno de los cadáveres y me dispuse junto a mi hacha adentrarme en el mar y perseguir a Odiseo hasta darle caza. Empecé mi viaje en barco tras Odiseo, en ese entonces no sabia que estaría tras él mas de 10 años. Mi primera parada fue en Tracia, al cabo de un año, ya que vi a lejos una ciudad en llamas, con la esperanza de que Odiseo estuviera allí, saqueando otra ciudad, atraque y me dispuse a buscarlo. No encontré nada más que una tribu, bueno lo poco que quedaba de ella. Me explicaron que ellos eran los Cícones y que habían sido atacados por lo griegos y yo les conté mi historia, me tomaron por loco, pero aun así me preguntaron que si podían unirse a mi para vengarse y yo acepte con la condición de que me dejasen matar a Odiseo, dicho esto todos partimos en mi barco en busca de venganza. Seguimos el rasto hasta una isla apartada, nos paramos allí porque vimos restos de un barco hundido en el agua, pensando que podían haber naufragado fuimos a la isla. Al llegar ahí vimos a un griego, lo atrapamos y le preguntamos por Odiseo, este nos contó que había sido abandonado por Odiseo y que la isla estaba llena de cíclopes, no nos lo creímos y nos reímos de él. El cíclope Polifemo nos oyó  y vino gritándonos el nombre Odiseo, diciendo que lo iba a matar. Este cíclope estaba ciego y al venir corriendo tropezó y eso nos dio tiempo de poder huir, pero se nos olvido desatar al griego, espero que haya podido escapar. Tres años más tarde pasamos cerca de Lestrigonia solo vimos griegos muertos en el agua, lo más seguro es que Odiseo estuviera entre ellos, me habían quitado mi venganza así que se me nublo el juicio y fui en busca de los asesinos de Odiseo para hacerle pagar. Cual fue mi sorpresa al ver una tierra de gigantes, armándome de valor me dirigí al rey en busca de explicaciones, este me cogió con una de sus manos, abrió su boca y me trago sin ni siquiera masticar, un error por su parte ya que una vez en su estomago, agarre mi hacha y le abrí el estomago, en busca de una escapatoria lo que lo mato en el acto, una vez hecho esto volví a mi barco con los Cicones y seguimos avanzando en busca de un lugar donde reponer fuerzas y volver a casa. Llegamos a la isla de Eea, donde nos encontramos a la diosa Circe que nos trato con hospitalidad, nos contó que hace poco había pasado otro barco igual al nuestro, y nos pregunto que si era de los nuestro, todos pensamos lo mismo, a lo que yo le respondí con otra pregunta, le pregunte si en el otro barco que había llegado se encontraba un hombre llamado Odiseo, y me respondió con un si. Uno de los Cicones dijo en voz alta que debíamos seguir en su busca para vengarnos, Circe lo oyó y empezó a convertir en animales a los Cicones, al parecer esta se había enamorado de Odiseo, conseguí escapar junto a uno de los Cicones, Cahil, el más joven de ellos. Juntos nos subimos al barco y proseguimos en busca de Odiseo. Pasado dos años vimos a una mujer en el agua, era hermosa en consecuencia a esto, Cahil cayó bajo su yugo. Sin decirme nada este se tiro al agua para rescatarla, lo que no sabia es que era una sirena por tanto al ver su cola de pez me tire sobre ella, apuñalandola y matándola. Recogí a Cahil y lo subí al barco, pero las sirenas comenzaron a cantar, en consecuencia para poner a salvo a Cahil lo até al mástil y proseguí, no sabia porque no me afectaba sus cantos, me estaba empezando a dar cuenta de que ya no era humano y que Hades me había hecho algo, aun así no le di importancia, solo quería vengarme. Tras cinco años más persiguiendo a Odieso, llegamos a un estrecho y oímos un aullido parecido al de un perro, y a nuestro lado apareció un monstruo marino con cuerpo de mujer, cola de pez y de su abdomen sobresalían seis cabezas de perros con dos patas cada uno, a lo cual gire el barco para intentar esquivar a ese ser, pero para mi mala suerte un remolino empezó a formarse en el agua tragándose así el barco, de este remolino empezaron a salir dientes, a lo que saltamos del barco, este fue tragado por el remolino y pese a mis intentos de buscar a Cahil, no aparecía, así que pensando que iba a morir por segunda vez, solo cerré los ojos esperando ser tragado por alguna de las bestias. Cuando me quise dar cuenta, los monstruos se habían calmados y se habían ido, pero Cahil seguía desaparecido por esta razón supuse su muerte. Me subí  a un tablón de madera y naufrague hasta llegar a la costa, no se cuanto tiempo estuve naufrago, pero para mi sorpresa estaba en Ítaca, por fin tras tanto tiempo podía cumplir mi venganza. Me levante y me dirigí al palacio pero al llegar solo vi a dos mujeres llorando y a un chico sosteniendo en sus manos un cadáver, a los pocos segundos me di cuenta de que era el cadáver de Odiseo, de modo que me derrumbe en el suelo, todas esas muertes, todo esto para nada, recordé que al no haberlo matado yo Hades no iba a aceptar el trato por lo tanto no recuperaría a mi familia. Me puse las manos en la cara y comencé a llorar. Cuando las aparte de mi cara estaba en el inframundo con Hades observándome fijamente.


El Llanto de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora