¿Qué pasaría si los tres colegios más grandes de hechicería hubiesen ocultado un cuarto colegio, cuyo paradero y existencia se desconocen incluso para el mismísimo Dumbledore, debido a un oscuro secreto?
Sumérgete en esta trama, donde Nereida, un...
Recorro los pasillos de la escuela rememorando cada una de las palabras de la directora y pensando en el turbulento futuro que nos aguarda.
Cuando oigo una voz que me llama:
-¡Ner! Llevo toda la mañana buscándote; por los establos, por el pozo de luna, hasta he tenido que subir a la cima de la escuela; pese a mi vértigo para buscarte.- Exclamó Beghy. Pese a la capa de sudor y el pelo encrespado de estar corriendo, Beghy seguía siendo la mujer más bella que había visto. Poseía un pelo rubio que le llegaba a media cintura, con algún tirabuzón y numerosas flores que adornaban sus trenzas. Poseía un cuerpo fino y dulce. Ella podría ser perfectamente el ejemplo de libro de nuestra raza. Criaturas bellas como las veelas, pero sin la codicia y bestialidad que les rodea. Somos seres pacíficos que buscamos el equilibrio, seres que han sido dotados de magia para este fin.
-Beghy, he tenido otra visión; ya llevo cinco esta semana, y cada vez se van enfocando más en el joven elegido; he ido a hablar con la directora y ya está decidido, esta noche se hará el anunciamiento.
-Entonces, tus visiones son certeras, no hay duda. - A Beghy se le transformó la cara, sabía lo que la directora iba a anunciar, y sabía el peligro que su mejor amiga iba a pasar, pero no sentiría lástima por ella; debía hacerle sonreír y disfrutar de cada momento, aunque ambas sospechaban que pronto toda felicidad acabaría. Beghy me cogió la mano, y los ojos de la rubia se transformaron de azul cielo a dorado en un parpadeo.
-Beghy se lo que estas intentando hacer y no es justo que manejes mis emociones...- Dije riendome bajo el poder de su don.
-Me gustas más cuando sonríes.-Subitamente, suenan las campanas anunciando que la cena está lista y que todos los alumnos y profesores deben acudir.- Pase lo que pase, debes saber que siempre estaré a tu lado, y que tus visiones no son siempre certeras, y que solo tú puedes escribir tu propio destino.
Empezamos a correr por los pasillos, riéndonos y torpezándonos con algún que otro alumno. Y por fin llegamos a la puerta del gran comedor y observé la belleza de su interior.
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Era una gran explanada de bosque, donde los árboles se enredaban formando grandes arcos sobre nuestras cabezas y nos protegían bajo el hechizo del gran árbol, de la lluvia y las tormentas, pudiendo disfrutar igualmente de la belleza del cielo. Había 2 grandes mesas donde cientos de alumnos se sentaban sin ningún orden ni clasificación; pese a la gran multitud que éramos, el colegio iba cayendo poco a poco en el olvido, y pese a que tiempo atrás hubieron 8 mesas de tal tamaño; hoy nos refugiamos en 2. Al fondo de la estancia, se podía observar una gran mesa de mármol donde tanto los profesores, como la directora y los sabios se reunían. Se podía escuchar el suave susurrar del viento, meclado con el sonido de las voces de los alumnos y si prestabas atencion escuchabas el sonido de algunos alumnos cantando y practicando sus mlodías.
De repente Beghy, me agarró del brazo y me acercó a una zona donde pude ver a mis amigos; un centauro, una joven ninfa de primero; y mis dos mejores amigos: Darws y Khreu.
