A solas con él

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AmourFiction presenta los "SHOTITOS" Colección de drabbles entre 500 y 1000 palabras, sin tema específico.
Si la actividad les llamó la atención y desean dejar su aporte a la misma, pueden seguir la historia desde la fanpage, en el album de shotitos y seguir la historia en los comentarios. Nosotros nos encargaremos de subir tu parte aquí.

Ahora sí, ¡Comenzamos!


Autor: SakuraZala

¿Qué pensar en un momento como este? ¿Por qué me hiciste esto? Sé que piensas que podré soportarlo y encargarme solo pero... No... así como tú lo eres yo debo ser fuerte, porque te amo... ¡Te amo! ¡Te amo! Y el amor que te tengo me da fuerzas para afrontar cualquier reto pero...
¡¿Por qué justo hoy que tengo una batalla complicada en la liga?!
Muy bien es tiempo de calmarme... no es difícil... lo he hecho en otras ocasiones y él... cooperará conmigo...
Me despedí de mi esposa en la puerta de nuestra casa, el silencio era sepulcral hasta el instante en que cerré la puerta, como si los aullidos del infierno se filtraran por todas las paredes, me llevé las manos a los oídos para no sucumbir... jeje un poco de exageración, pero siempre era así... las muy pocas veces que Serena había dejado a nuestro bebé a mi cuidado era lo mismo. ¿Acaso mi hijo no me quiere? ¿Piensa que puedo lastimarlo? ¿Los bebés piensan?...
Y si piensan... ¿En qué piensan?... comer, dormir y... bueno hacer de las suyas supongo.
Ah... y babear... babear debe estar en la lista como número 2 por lo menos.
Corrí como loco hasta llegar a la habitación, me acerqué a la cuna donde hace apenas un par de minutos lo había dejado recostado Serena, pero... ¡No estaba! ¿Por eso había llorado? ¿Se cayó?... Serena va a matarme...
Di un paso hacia atrás y el sonido de un ¡Char char! Me espantó, había pisado uno de los juguetes, el regalo de Alain... muy buen momento para recordar, a mi bebé le encantaba tanto el peluche de Charmander que chilla que de seguro lo escoge como inicial un día... es preocupante.
¡Tenemos que irnos! —miré hacia atrás y ahí estaba, como si nada, sentado en el suelo, mirándome con los enormes ojos azules idénticos a los de ella... tan curiosos y preciosos que me derriten de sólo verlos.
Tal vez los bebés no sean los únicos que babean...
—Ven con papi... que debemos ir a la liga...
Y corriendo...
Literalmente tenía menos de 15 minutos para llegar ¡¿En qué momento se hizo tan tarde?! Me paré en seco al ver los diferentes medios de transporte que tenía...
1—La carriola... no definitivamente no... que vergüenza salir con un carrito de super para bebé por la calle...
2—El canguro... de sólo mirarlo me muero de la vergüenza... aunque... sería cómodo no cargar nada.... Mm... ¡No! ¡No! Y ¡No!
Bueno entonces... la tercera... Porta bebé será... una canasta de almuerzo con un bebé para llevar... —coloqué los seguros en posición... nos espera una larga trayectoria...
El día transcurrió entre miles de preguntas sobre qué hacía mi bebé en mi trabajo ó si él venía a retarme por el título de Campeón de Kalos... graciosos... no sé quién acabó más cansado si él o yo...
Preparar mamilas luego de una batalla no me pareció lo más saludable, pero mientras sea agua hervida sirve...
Estaba terminando de lavar los biberones ya en casa, cuando la puerta se abrió. Serena había regresado. ¡Sí! ¡Por fin!
Salí a recibirla, pero su semblante no era el luminoso de siempre, me sequé las manos y dejando de lado la toalla me acerqué a ella para besarla como era merecido.
—Debes estar cansada... ¿Quieres cenar algo?
—La verdad... estuve todo el día muy preocupada por mis dos hombrecitos... ¿Cómo les fue?
—¿Nosotros? Ja... genial, ¿pero tú por qué traes esa cara?
—Bueno... esta mañana igual que desde hace unos días atrás me sentía un poco mal... me obligaron a ir al médico... te tengo una noticia... —Sus palabras me asustaron... ¿por qué me miraba así? ¿Qué le dijo el médico que era tan aterrador?...
—Me hubieras avisado para acompañarte...
—No... no era necesario... tranquilo. —Colocó su mano sobre me mejilla. Aunque lo digas... si me miras así no puedo dejar de preocuparme... —Bueno... verás... —bajó la mirada... oh no...
—Dime...
—Estoy... embarazada otra vez... —me miró cual esperara la angustia más terrible del mundo viniendo de mí. Pero sólo estaba embarazada... qué... ¡¿Qué?! ¡¿OTRO?!
Esto es lo que se conoce como sabor agridulce...


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