- ¿Desde hace cuánto conoces a tu esposo?- preguntó Agustín con interés.
Carolina suspiró y dejó su taza de té sobre la mesa. Juntos habían ido a un restaurante a almorzar y habían tenido una conversación agradable, pero ahora que terminaron de comer, Justin sacó el tema de su marido. Y por más que él tratara de demostrar desinterés, le salía todo lo contrario. Algo en su interior lo hacía desear querer conocer a ese tal Gabriel y hacerle saber la gran mujer que estaba perdiendo. Sin querer, apretó los puños. En tan solo pensar en Carolina , llorando y sufriendo por un hombre que no la valoraba le enfermaba. Simplemente ella merecía algo mejor.
- Lo conocí cuando tenía veintiún años en mi primera exposición de pinturas. Él dijo que se enamoró de mis cuadros desde la primera vez que los vio.- dijo y sonrió ante el recuerdo, luego quitó la sonrisa de su rostro y suspiró.- en dos semanas más cumplimos tres meses de casados y él no está aquí. Esto es una mierda de matrimonio.
- ¿No has vuelto a hablar con él?
- No. Gsbriel está de viaje a Nueva York por temas de su trabajo o algo así.- dijo y se encogió de hombros, indiferente.- en verdad, me da igual. De seguro ha de estar con esa perra ahora mismo.- espetó con los dientes apretados.
- Tú te mereces a alguien mejor.
- Me gustaría creer eso.- susurró y bajó la mirada a sus manos, jugando con su anillo de matrimonio.
- Es la verdad. Eres demasiado para él.- dijo y se pasó una mano por el pelo, despeinándolo.- joder, eres preciosa. Mírate. Cualquier hombre daría lo que sea por tenerte como esposa.
- ¿Incluyéndote?- preguntó, esbozando una tímida sonrisa.
- Incluyéndome.- sonrió.- no sé como tu esposo puede desaprovechar estos labios.- estiró su mano hacia ella y acarició su labio inferior con su pulgar.- por mi yo los besaría todos los días. Y este pelo.- acarició su cabello y acomodó un mechón detrás de su oreja.- largo y sedoso, perfecto para enterrar mi nariz en él para cuando te eche una buena follada.- dijo y su voz sonó ronca. Luego dirigió su mano por debajo de la mesa y posó su mano en su rodilla, subiendo con una lentitud que la hacía temblar hasta su muslo, cubierto solamente por una cortísima falda. Fácilmente, deslizó su mano por debajo de la falta y subió hasta llegar al elástico de sus bragas. Tiró del elástico y ella jadeó.- pero sobre todo, no sé cómo puede desaprovechar estas piernas. Eres tan hermosa Carolina ...
- Agustín ....- murmuró ella y sin querer, gimió. Agustín sonrió y la miró con ojos hambrientos, aún sin sacar su mano de ahí.
- Te follaría.- susurró él sobre su oído. Sintió a Carolina tensarse bajo sus manos e intentó cruzar las piernas, pero Agustín no se lo permitió.- te follaría ahora mismo sobre la mesa. Duro y salvaje. Maldición, sólo tengo que verte para que mi polla esté dura como una roca. Me pones tanto Carolina ...
- Agustín, por favor.- trató de hablar entre jadeos. Estaba mojada. Mojadísima. Un poco más y ya estaría corriéndose en sus manos.- estoy casada.
- Siempre dices eso.- gruñó. Acarició su coño sobre la tela de sus bragas y la oyó gemir.- te siento mojada, cariño. Tu esposo no está aquí, y sé que quieres esto tanto como yo.
De pronto, el celular de Carolina comenzó a sonar. Agustín gruñó y de mala gana sacó su mano de su entrepierna. Jadeando, Carolina se incorporó mejor en el asiento y sacó su celular del bolso. La sangre se le heló. Era Gabriel.
Maratón
10/20
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El Stripper-[Aguslina]-[Hot]-[Adaptada].
أدب الهواة«- ¿Tú?- preguntó ella. Él sonrió. - ¿Me recuerdas, nena? ¿Cómo iba a olvidar al hombre que fue el protagonista de sus sueños más eróticos?» --- //Dos Temporadas En El Mismo Libro.// Novela adaptada todos los derechos reservados a su autora original...