Capítulo 73: La boda de Irene.

820 34 0
                                    

A la mañana siguiente desperté a las…

-¡TAYLOR DESPIERTA, SON LAS 11:00! ¡LA BODA ES EN UNA HORA!-grité.

Mi marido se levantó de un salto. Desayunamos un café cada uno y nos fuimos a la ducha juntos, para ahorrar tiempo.

Salimos y fuimos directos al armario a coger la ropa. Yo me puse un vestido azul, corto y con gran escote elegido por mi marido y él se puso un traje.

Mientras yo iba a al baño para maquillarme, Taylor fue a por Amanda.

Rimel, pintalabios y poco más.

Mi familia me esperaba en el garaje así que cogí el bolso y me fui a su encuentro.

Habíamos tardado media hora en arreglarnos, sólo teníamos otra media para llegar.

-Amanda, ¿qué tal con los abuelo?-le pregunté ya en el coche.

Íbamos tranquilos, pues la iglesia estaba cerca.

-¡Iiee!-contestó animada.

Taylor rió.

-Me alegra eso mi vida-comentó.

-Amor, ¿a qué hora llegaste?-le pregunté entonces.

-A las 5:00 creo. No te avisé porque te vi tan mona dormida.

-Gracias-sonreí-había llegado una hora antes y estaba agotada.

-¡Qué horas eran esas de llegar, señora Lautner!-exclamó de repente mi marido.

-¡Usted llegó una hora después, señor Lautner! ¿De qué me acusa?

Ambos reímos.

-Aaii-intervino Amanda.

-¿Qué pasa cariño?-le pregunté.

-¿Ooee aoo?-preguntó.

¿Qué había dicho? Ni idea. Me puse a pensar en las posibilidades. ¿Ooee aoo? ¿Y si es dónde vamos? Me pregunté.

-A la boda de Irene-contesté.

-¡Ah!-entendió.

 ¡Bien! Había acertado de nuevo.

Llegamos a la iglesia y gracias a dios encontramos un sitio para aparcar. Entramos corriendo y nos pusimos en nuestros puestos como padrinos de boda, dejando a Amanda con Nikki.

-Habéis llegado muy justos-nos susurró Niall.

-Lo siento tío, nos quedamos dormidos-se disculpó Taylor y ambos sonreímos.

-Buenos, habéis llegado a tiempo y eso es lo que importa-sonrió el también.

La marcha nupcial comenzó a sonar.

 

**Narra Irene**

 

-Todavía no me creo que me vaya a casar con Niall Horan-me susurré.

-Todavía no me creo que te deje casar a los 21 años-susurró mi padre.

-La edad no importa papá, le amo y no hay nada más-le expliqué-soy lo suficientemente mayorcita para saber que esto es lo que quiero.

-Lo sé y por eso estoy aquí-dijo él con voz firme.

Oímos nuestra señal.

-Llegó el momento-dijo mi padre cogiéndome del brazo.

-¡Vamos!-dije sin más.

Comenzamos la marcha nupcial, estaba muy nerviosa y algo me decía que mi padre lo estaba más. Recordé lo que me dijo Noemí en la fiesta.

“Cuando la marcha nupcial sonó yo estaba nerviosísima, pero miré a los ojos del que sería mi marido y en ese momento no me importó nada más. Sólo estábamos él y yo.”

Eso hice, miré a Niall. El traje le sentaba genial, estaba guapísimo y sus ojos azules me hicieron olvidar mi alrededor. Sólo estábamos él y yo, nadie más.

Llegué al altar y mi padre le entregó mi mano a Niall.

-Confío en ti-le dije antes de marchar y sentarse junto a mi madre.

La ceremonia comenzó.

 Estos últimos días había estado muy nerviosa con los últimos preparativos, pero al final todo había quedado perfecto.

Todos nuestros familiares estaban aquí, junto a todos nuestros amigos.

Nuestras damas de honor eran María y Eleonor.

Niall y yo no dejamos de mirarnos en ningún momento. Sus ojos me tranquilizaban, me llevaban a un lugar paralelo donde sólo estábamos él y yo.

Llegó el momento.

*Niall James Horan Gallagher, ¿quieres a Irene cómo tu legítima esposa para amarla y respetarla, en la riqueza y en la pobreza, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?

-Sí, quiero-contestó poniéndome el anillo.

-Irene Ruiz Vera, ¿quieres a Niall cómo tu legítimo esposo para amarlo y respetarlo, en la riqueza y en la pobreza, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?

-Sí, quiero-contesté imitando el gesto.

-Por el poder que me ha sido otorgado, yo os declaro marido y mujer. Puedes besar en la novia.

Eso hicimos, nos besamos con pasión olvidándolos completamente de nuestro alrededor. Y estuvimos así hasta que la necesidad del oxígeno nos interrumpió.

Todos aplaudían con una sonrisa dibujada en sus caras. Por fin, por fin estaba casada con el amor de mi vida. Empezamos nuestra marcha hacia la salida con el arroz cayendo a nuestro alrededor cuando me percaté de que en el exterior de la iglesia había paparazzi.

-¡Para!-exclamé.

Mi marido paró en seco.

-¿Qué ocurre amor?

-Paparazzi-Niall siguió mi mirada

-Mierda…-susurró-¿por qué en nuestra boda? 

Amor verdadero. (Taylor Lautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora