Mi Belieber Favorita Terminada

Capítulo 47

Llegué a casa y cerré rápidamente la puerta. Me escondí tras la cortina y vi como el genial auto de Ryan se iba. En ese momento sentí como si se me estrujaba el estómago.

Me dispuse a bañarme, y luego de eso a leer un libro.

Cuando ya estaba en esto último, era incapaz de concentrarme.

Pensaba muchísimo en la noche anterior. No sabía cómo me había emborrachado tanto; cabe recalcar que ahora tenía un horrible dolor de cabeza, pero me había preparado un té verde en mi termo y ya me había tomado un paracetamol.

De pronto sonó la puerta y tuve que dejar el libro y mi té verde de lado.

Era Lily. ¡Lily! Ahora recordaba cuan furiosa estaba con ella.

—Pasa—Le dije mientras me recostaba de nuevo en el sofá.

—Parece que nos hemos levantado de mal humor hoy. ¿Mucha resaca?

—No estoy para tus juegos. Estoy enojadísima contigo

—¿Y se puede saber por qué?

—¿Encima preguntas?—Respondí más furiosa aún.

—Vale, no tengo idea por qué estás enojada.—dijo levantando los brazos, en forma de rendición.

—¡Ayer me dejaste sola! ¡Me dejaste! ¿Entiendes?

—¿Te dejé sola? Yo pensaba que ya te habías ido

—Saber perfectamente que no era así. Jamás me hubiera ido sin ti, o por último sin avisarte.

—Bueno, pues vale, lo siento, eh. Yo media hora antes de irme te había visto bailar de lo mejor con un chico. Y no lo soltaste en toda la noche, eh. Así que si estuvieron juntos toda la noche, era obvio que él o te iba a llevar a su departamento o te iba a venir a dejar aquí.

—Pues a la única parte que me llevó fue a la mesa de su amigo cuando yo ya estuve borracha.

—¿Y estuvieron todo el resto de la noche sentados?

—Yo con su amigo. Él se fue a bailar con otras chicas, qué se yo. Me dejó sola ahí.

—¿Te viniste sola?—bien, esto ya me empezaba a incomodar.

—Con su amigo.—Rogaba por que no preguntara más.

—¿A su departamento o a tu casa?—No quería responder esa pregunta, para nada. Así que me quedé en silencio. —¿___?—Solté un suspiro de frustración.

—Dormí en su departamento—Dije y ella abrió unos ojos tremendos. —¡pero no pasó nada! ¡Yo sólo estaba muy borracha como para decirle mi dirección!—Dije rápido antes de que pensara algo.

—Okey, ¿Y cómo era?

—¿Cómo era qué?

—¡Él, ____, como era él!"

—¡Ah! Él era.. umh, no sé.. estaba siempre serio. Era aburrido.—Le quité importancia, pero realmente dentro de mí tenía una vergüenza horrible.

—No mientas—Suspiré.

—Era guapo. ¿Contenta?

—Bien. ¿Sigues enojada conmigo?— Había puesto una cara de perrito mojado, así que me lancé sobre ella a darle un abrazo.

—Sabes que no, tonta.

Luego pasó la tarde y juntas hicimos unos deliciosos cupcakes. Amaba estar así con mi mejor amiga. Lily sabía como hacerme sentir mejor, aunque algo no andaba bien conmigo.