Prólogo

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Se prepara para zambullirse. El pequeño pájaro pescador, con ojo experto, observa las tranquilas aguas que yacen bajo sus alas. Podría decirse que este es un mundo tranquilo, mientras observamos a la diminuta ave zamparse glorioso, su presa. El silencio es palpable, con la única excepción de las gotas de lluvia que empiezan a caer, suaves en un principio. Se escucha un trueno, seguido de su correspondiente relámpago, y un cuervo levanta el vuelo con un sonoro graznido. Un mal presagio que tiene la suerte o la desgracia de no ser presenciado por ningún observador, humano al menos. Efectivamente, podría decirse que este es un mundo tranquilo, donde el mal no acecha y no hay lobos que se coman a caperucita sin recibir su merecido castigo. Pero, ay de ti como creas eso. Porque entonces estarás perdido. Y nadie podrá salvarte.

Secretos en la piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora