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Es viernes por la noche, son las 10:34 y voy en camino a un antro, donde se supone que se festeja mi cumpleaños. Lo irónico de esto, es que ni siquiera quiero asistir a esa fiesta, no es de mi total agrado pasar la noche con personas que no conozco o que simplemente solo vienen por alcohol o comida.

Me llamo Yuri Plisetsky y estoy cursando mi primer año en la universidad de Rusia, tengo un buen promedio y me han ofrecido varias veces unirme al club de hockey sobre hielo del campus, pero no es lo mío ese tipos de deportes, lo único que haga es mirar los entrenamientos para mirar al capitán de equipo, Otabek Altin, un chavo de ultimo año.

He hablo con él muy pocas veces y la mayoría de estas nos interrumpe alguien. No le he dicho que me gusta porque temo que se aleje o sea uno de esos muchos homofóbicos que están esparcidos por toda Rusia, además no sé si él también pueda sentir lo mismo por mí. Es totalmente frustrante.

Me había unido a las competencias de patinaje artístico de la escuela, por sugerencia de Viktor Nikiforov, un asesor de la escuela y entrenador del equipo de patinaje. Así fue como entré a los entrenamientos todas las tardes después del entrenamiento del equipo de hockey.

Llegue al antro y al entrar me encuentro con Viktor y su esposo Yuuri y ayudante en las practicas; al verme me saludan y empiezan a sacar platica sobre los nuevos programas de presentación para los concursos escolares. La verdad no me interesa en lo más mínimo, solo estoy ahí porque Viktor y Yuuri estuvieron insistiendo toda la semana para que aceptara la invitación. Poco tiempo después de mi llegada empezaron a llegar más compañeros de mi clase, de las prácticas y algunos chavos del club de hockey, entre ellos Otabek.

Corrí entre la multitud para encontrar a los responsables de esto, pocos metros después pude ver la cabellera plateada entre las personas.

- Viktor, ¿cómo pudiste invitar al equipo de hockey? - pregunte tomándola del brazo

- Oye, tranquilo Plisetsky; los invite porque también son compañeros de pista y además no le veo nada de malo en invitarlos - dijo zafándose de mi agarre

- No quiero que ellos estén aquí, mucho menos el capitán del equipo - dije sentándome en una silla que estaba cerca de él

- ¿Acaso te molestan o algo parecido? Porque si es así hare que castiguen a los responsables de eso

- No me molestan o al menos sus comentarios no me importan, es solo que no quiero verlos aquí, mucho menos a Altin

- Vamos Yuri, diviértete, bebe un poco y baila, es tu fiesta de cumpleaños, por solo un día actúa como un chico de tu edad - dijo mientras me daba un vaso con lo que parecía ser cerveza

Tome el contenido del vaso y seguí pidiendo más vasos con diferentes tipos de licor, después de la quinta ronda ya no podía mantenerme en pie, todo daba vueltas y mis palabras salían cantoreadas de mi boca. La pista de baile era un mar de personas, todos bailan pegados y con movimientos extraños, la mayoría de ellos estaban ebrios igual o más que yo.

Me puse de pie como pude y camine hasta la pista buscando a alguien conocido con quien bailar, pero alguien me empujo haciendo que alguien tirara su cerveza encima, lo único que pude hacer fue reírme del podre tipo que había terminado bañado y que aún me daba la espalda.

- Lo siento amigo, no quería que terminaras bañado en esa mierda - mi risa no paraba y pequeñas lagrimas salieron de mis ojos a causa de la risa tan larga que tenia

- No te preocupes Plisetsky, por cierto feliz cumpleaños - la voz gruesa y profunda llego a mis iodos, él se dio la vuelta y me quedo viendo como si fuese un bicho raro

Tu Y... YO? (OtaYurio) ONE SHOTWhere stories live. Discover now