10.

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Después de unos minutos en silencio Daniel abrió los ojos, confuso. Se intentó incorporar pero yo no sé lo permite, pues hice que se quedase acostado en el suelo.
Había un corro de gente viendo lo que pasaba y se escuchaban murmullos. Mientras se escuchaba la sirena de la ambulancia Shawn hizo que la gente se apartara para que les viera.
Cogieron una camilla pero les avise de que ya estaba despierto y podía moverse, así que lo levantaron y lo sentaron en el banco para atenderle. No apartaba la vista de mi ni un segundo y aún se notaba lo confuso que estaba.

Los médicos le atendieron y cuando acabaron se acercaron a mí para decirme que todo estaba bien, solo que por la gran cantidad de alcohol ingerida se había desmayado. Me recomendaron llevarle a casa, que descansara y bebiera mucha agua.

-Shawn, tenemos que llevarle al internado. No puedo dejar que se vaya solo.-digo bastante sería y entre suspiros.

-Esto... yo... mejor os dejo solos, supongo que queréis hablar...-dijo el tocándome el hombro suavemente y guiñando un ojo.

-Vale, espérame aquí, no tardaré mucho...-le toque la mano que tenía apoyada en mi hombro, me acerqué a su mejilla y le di un suave beso haciendo que me sonría cálidamente.

Me acerco a Daniel que estaba sentado en el banco con cara de sorprendido.
Le ofrezco mi mano para ayudarle a levantarse y la acepta. Empezamos a caminar en silencio, mientras los dos miramos al suelo intentando evitar cualquier contacto visual.

-¿es tu novio?-pregunta sin apartar la vista del camino.

-No... es solo un amigo. Después de aquella noche contigo no he vuelto a tener nada con ningún chico.-y veo cómo el levanta la cabeza para mirarme sorprendido.

-Pensé que por mí cambiarías y serias tú ahora una capulla como yo. Y muchos días pensé que volverías allí, para darme una oportunidad.-dijo sin todavía apartar su mirada de mi.

-Piensas mal Seavey, piensas mal. Yo no soy como tú, que me lío con cualquiera que se presente jugando con sus sentimientos solo para complacerme unos minutos.-digo frunciendo el ceño, y noto como el entristece. Va a hablar pero lo interrumpo mirándole fijamente a sus ojos azules.-No Daniel, no quiero tus sucias explicaciones. Sé que solo me querías para eso y ya está, como a todas.

-No... pero yo... eres diferente Dakota, contigo sentí que todo podía ser diferente... nuestros labios combinaban a la perfección, sentía que contigo todo era diferente. Y si me he liado con todas esas tías, es por qué necesitaba olvidarme de que tú y yo estábamos hechos para estar juntos, quería pensar que había alguien para mí, alguien que no fueras tú. Y no lo he conseguido.-dice ahogando en un llanto que hace que la voz se le quiebre.

-Yo... no sé qué decir...-le miro a los ojos, que ahora están llenos de lágrimas y siento que los míos también. Estamos enfrente de la valla del internado uno enfrente del otro, mirándonos fijamente a los ojos y veo como una lagrima acaba en sus labios rosados y tengo el deseo de besarlos. Sin pensarlo dos veces me lanzo a darle un tierno y cálido beso que el sigue. Continuamos así unos minutos hasta que nos separamos por falta de aire, volvemos a juntar nuestras miradas y el sonríe contento. Sigue besando tan bien como antes... y sin darme cuenta me estoy mordiendo el labio mientras el mira mis labios.

-No sabes cuantas noches he imaginado esto.-dice con una sonrisa en la cara.

-Y tú no sabes cuántas veces me he preguntado cómo habría sido seguir aquí contigo, aún que fuera como amigos... Seavey...-no me deja seguir ya que me corta.

-Dotson... creo que me enamore de ti a primera vista, creo que desde el primer momento me gustaste. Daría lo que fuera por verte todos los días pelear de broma conmigo, por abrazarte, por besarte. No sabes cuánto lo deseo.-y deja de hablar en seco ya que una luz nos apunta al otro lado de la valla.-¡joder! ¡Corre!-dice cogiéndome de la mano y corriendo detrás de una pared del internado. Seguimos corriendo en línea recta por la pared hasta llegar a la valla de la entrada donde me pega al muro y me besa apasionadamente haciendo que nuestras lenguas jueguen y después de unos segundos nos separemos haciéndonos sonreír.

-Te quiero Dakota, espero que algún día podamos ser algo más que amigos.-y después de eso, sin darme tiempo a decir nada, el salto la valla y desde el otro lado me guiñó un ojo y empezó a correr por el jardín hasta entrar a recepción.

Yo me fui corriendo de allí pero con una sonrisa en la cara, y ya que nadie por allí podría escucharme pegue un grito intentando expresar felicidad.

Llegue al parque donde me esperaba Shawn sentado en un banco revisando su móvil, el cual le quitó para hacer que me mire y sepa que ya estoy aquí.

-Veo que habéis hablado,¿no?-dice mirándome pícaramente.

-Buf... me ha dicho cosas que ahora mismo estoy intentando procesar... Shawn, le he besado, me ha besado,¡nos hemos besado!-grito eufórica.

Le cuento lo que me ha dicho con todo detalle para hacer que el se sienta como me sentía yo en ese momento.
Cuando acabo de contarle todo recibo una llamada de mi tia que me pide que vaya a casa ya que es muy tarde. Así que informó a Shawn y nos ponemos camino a nuestras casas.

-La verdad, no creo que me haya dicho eso para jugar conmigo. Parecía tan sincero y feliz de poder decírmelo...-digo sonrojándome.

-Haz lo que creas correcto, ya sabes. Déjate llevar por tus sentimientos.-dice dándome un abrazo y un beso en la frente de despedida ya que ya hemos llegado a nuestras casas.

Subo a mi cuarto y me tiro en la cama abrazando mi cojín con todas mis fuerzas hasta que sin darme cuenta me quedo dormida sin siquiera ponerme el pijama.

El huracán Seavey.(Why Don't We) #DestinyAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora