Sin hacer ningún comentario me levanté y me fui de la cafetería. Mis lágrimas comenzaron a salir de una manera incontrolable. Estaba enojada, esto no podía estar pasando, Gus no se podía ir, esto tiene que ser un sueño.
-¡Brenda por favor, vuelve aquí! - Era la voz de Gus, él venía detras de mí pero hice oídos sordos. Quería estar sola, ahogarme en mis propias lágrimas, no me importaba nada, solo quería irme de allí. Comencé a caminar cada vez más rapido, quería perderlo. Me dirigía en dirección a la plaza, al llegar me senté bajo un árbol, alcé mi cabeza hacia el cielo, aún lloraba. Agarré mi celular y busqué a Kathy en los contactos, apreté el icono de llamada y atendió enseguida.
Por favor vení ya a la plaza.
Brenda, ¿qué pasó? ¿por qué lloras?
Te explico cuando vengas, solo apúrate.
Está bien, ahí te veo.
Colgó.
No podía dejar de pensar en que haría yo sin él. Sin darme cuenta había creado una dependencia hacia Gus que ahora me torturaría debido a su ausencia. Ya no sé que pensar, estoy confundida, una parte de mi está enojada, otra parte quiere recuperar nuestra relación, literalmente tengo mi mente en blanco.
A lo lejos vi a Kathy dirigirse hacia mí, levanté mi mano en señal de saludo y contestó igual.
-Te ves desastroza. - Dijo y se sentó a mi lado. - Ya, contame que es lo que pasó en la cafetería.
-Gus se va a mudar y eso no es lo peor, me dijo que las relaciones a distancia no funcionan, o sea, me dijo que ya no hablaramos, y que no separaramos. No se que pensar al respecto, me siento horrible. Después de ti él es lo mas importante que tengo.
-Es un idiota por decirte que las relaciones a distancia no funcionan. Y tienes todo el derecho a sentirte mal, porque imagino lo importante que él es para ti.
-Lo sé, lo sé, lo sé.
-Sabes que no soy buena con los consejos. Ven acá.
Kathy me abrazó y se sintió como si todas las piezas rotas se juntaran nuevamente.
-Eres la única persona que nunca me ha fallado, te amo estúpida.
-Sabes que siempre voy a estar para vos, te amo mas idiota. Por cierto, hoy te quedas en casa, te hace falta un respiro de todo.
-Está bien Kat. Vamos hasta casa así busco mis cosas y partimos haciala tuya.
Emprendimos camino a buscar ropa y dinero.
Pasar tiempo con mi mejor amiga me hace olvidar de todo, me divierto como con nadie y puedo ser yo misma. De verdad no la cambiaría por nada.
Llegamos a casa y fuimos directamente hacia mi cuarto. Mi madre estaba durmiendo así que mantuvimos silencio. Entramos a mi habitación y Kat se sentó en mi cama mientras yo buscaba las cosas para llevar. Agarré mi mochila y allí guarde mi billetera, un cargador, ropa y los auriculares, nada más y nada menos. Bajamos las escaleras y fui a abrir la heladera con la esperanza de encontrar algo, pero solo encontré estantes vacíos.
-Vamos, compraremos algo en el camino. - Me dijo y nos dirigimos a la puerta para salir de allí e irnos a lo de Kathy.
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Holaaaaa. Volví después de un siglo. Perdón por haberme re colgado con esto; aún no tengo el final asegurado pero estoy segura de que acabará pronto. Besix.
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No toda historia tiene su final feliz.
Novela JuvenilElla tiene 16. Él 17. Ella no es muy sociable. Él, tampoco. Ella tiene sus padres a punto de separarse. Él, también. Ella sale de su casa para escapar de los problemas. Él, también. Ella, siempre se dirigía a la misma plaza. ¿Y él? También. Y...