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Antes que nada, déjenme aclarar ciertos puntos:

Fred no murió, sigue vivo.

Sirius tampoco murió, y ya luce una condición más saludable y sin barba, también es un reconocido Auror nuevamente.

Severus si protegió a Harry e hizo todo lo que paso en los libros, pero tampoco murió y no poseía la marca tenebrosa, en pocas palabras, si estuvo a las órdenes de Voldemort, pero nunca se unió oficialmente.

Narcisa murió en la guerra y Lucius está en la prisión de Azkaban; la custodia de Draco la tiene Severus.

Ahora sí, comencemos:

-Fred y George vendrán a pasar unos días con nosotros, la profesora McGonagall les ha dado permiso, y se quedaran con nosotros en nuestro dormitorio Harry, será como en los viejos tiempos.

-Eso es genial Ron, por fin siento que tendremos algo de paz luego de la guerra, y que más dice la carta.

-Solo eso, pero se supone llegan hoy en la noche, me imagino que, a la hora de la cena, ellos solo piensan en comer.

-Cuidado con lo que dices ron... cuidado.

Los dos Gryffindor se fueron asía su torre, para dejar sus libros, y de paso ver si Hermione les podía ayudar con la tarea de transfiguración, Harry quería tener un merecido descanso, después de todo, apenas acabara la guerra el joven se vio en la necesidad de calmar multitudes de magos y brujas de todas partes del mundo mágico, que pedían una entrevistas con él y sus amigos, claro que una vez la escuela fue reparada las cosas se calmaron un poco, aun así sentía que el ritmo de las cosas seguía un poco agitado y solo ansiaba un poco de tranquilidad, ya que no poseía ningún recuerdo de algún año en Hogwarts que haya sido tranquilo.

Mientras que para algunos las cosas poco a poco se iban calmando, para otros se agitaban más, como la marea que azota contra los riscos anunciando una tempestad, así paso el resto de la tarde entre gritos y risas de los alumnos de las cuatro casas, una que ora pelea y uno que otro accidente a causa del mal manejo de las escobas por parte de los alumnos de primer año.

La tarde pronto daría paso a la noche y con ello, la bienvenida a la cena, y la última clase era pociones con el profesor, Severus Snape, como siempre Gryffindor y Slytherin enfrentándose en un duelo mudo para ver quien ganaba más puntos o en todo caso; quien asía que la casa contraria perdiera más.

Para Severus ver a sus alumnos en una guerra tonta e infantil como la que se llevaba a cabo en su salón de clases cada que le tocaba con esas dos casas, las cosas no terminaban del todo bien, y por ende siempre ambas casas terminaban con la misma cantidad de puntos restados, pero tal parecía que quedar empatados a ellos no les interesaba y por eso la próxima clase se seguirían molestando para ver si alguien llegaba al desempate, siempre llegaba un punto en el que pensaba que con tal de que los imbéciles que tenía por alumnos; dejaran sus estupideces, la idea de pasarles el año con una calificación aprobatoria sonaba tentadora. Suspiro exhausto y se paseó entre las mesas de trabajo para ver quien había hecho la pasión correcta, como siempre muy pocos habían logrado hacerla, entre ellos como siempre, Draco. El peor de todos siempre era Potter junto con el sr Longbotton, esos dos jamás aprenderían que estando juntos hacían un pésimo equipo, y a pesar de que cuido de Harry y hasta cierto punto le tenía estima solo por ser hijo de la que fue su mejor amiga, eso no quitaba que se sintiera decepcionado y lo tuviera en la mira; cuando descubrió que hacia trampa en su clase en el año pasado cuando lo cacho con el que fue su libro de pociones, ese pequeño detalle casi hace que repruebe el año, claro que con los sucesos que acontecieron después todo quedo suspendido, pero él no olvidaba.

TÚ...YO; UN DRAGÓN Y UN ARQUERO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora