- p r ó l o g o

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Las cosas no siempre salen como esperamos. Eso pude entenderlo el día que pasé la mayor vergüenza de mi vida frente a la escuela. Fue a mis 14 años, cuando mi grupo tenía una presentación de baile, no estaba para nada nerviosa en esos momentos. Sabía que el baile era una de las pocas cosas que se me daban realmente bien, pues desde los 11 años que lo práctico. Cuando estábamos finalizando la coreografía, fue ese momento, el momento en que me equivoqué en un paso y mis pies se enredaron un poco entre sí, haciéndome caer al suelo. Los presentes quedaron unos segundos paralizados, luego comenzaron a reír algunos, y a otros simplemente no les importó. No me importaron los demás, así que con la poca dignidad que tenía en ese momento, conseguí que termináramos la coreografía.

Fue cuando aprendí otra lección, una bastante común pero igual de importante para la vida. No importan los demás ni la situación que vivas, siempre debes ponerte de pie y seguir adelante. Para un adolescente quizás las enseñanzas son cosas de adulto e innecesarias, pero a lo largo de mi corta vida, he aprendido que están hechas para aprender a sentir y vivir. La vida no tiene un manual que nos indique lo que está bien y lo que está mal. Así que, como he aprendido estas lecciones, existen muchas más que me quedan por entender.

Mientras tanto, una de mis favoritas es hacer lo que te apasiona y lo que a ti te gusta. Es en todo lo que puedo pensar cuando me encuentro bailando, nuestra maestra de baile nos enseña los nuevos pasos que debemos aprender, pronto tendremos una presentación en el centro comercial. Amo esta academia de baile y la maestra es una de las mejores, no tenemos mucha diferencia de edad, a pesar de que siguen siendo mayor que yo, ella tiene 21 y yo 17. Nos llevamos muy bien y se puede decir que somos buenas amigas. Sin embargo, Kim Young Mi, no me da preferencia aun si somos cercanas, tiene padres coreanos por lo que su descendencia es coreana. Su nombre me es muy difícil de pronunciar y si quieres decir su nombre completo pues el apellido va primero porque así quisieron sus padres a pesar de ser haber nacido en Estados Unidos, así que Kim Young Mi es su nombre entero y complicado. Al final siempre termino llamándola Mimi porque es mucho más fácil que Young Mi o llamarla por su apellido "Kim" que suena muy formal y como siempre termino vuelta un enredo cuando me pongo a pensar en su nombre. A Mimi no le gusta que la confundan con alguna china o japonesa, pues es estadounidense, pero su apariencia es coreana, por lo que si la van a ver de ese modo pues deberían llamarla coreana y no china.

La canción "New Rules" de Dua Lipa suena en toda la sala de prácticas y las 15 personas que habemos le seguimos el ritmo a esa canción.  En la academia hay mas salones de práctica, pero se dividen por categorías, están prácticamente los expertos que pueden hacer piruetas y esas cosas. Los avanzados que no hacen piruetas pero si dominan todo lo restante al baile, acá es donde caigo yo. Los medios, que no son ni básicos ni avanzados. Los básicos que van aprendiendo pasos y ya tienen algo, pero solo suelen bailar cosas bastante fáciles y aprender lo necesario para el resto de las categorías. Por último, están los principiantes, son esos que no saben nada pero quieren aprender, suelen tener bastante energía y entusiasmo. Tengo que admitir que me encanta bailar este tipo de música, te permite hacer un estilo libre, es decir, los pasos que tu quieras hacer durante un rato de la canción. Cuando la canción termina, Mimi anuncia que podemos tomar un descanso y por mas que ame bailar no puedo estar mas agradecida. Mis piernas ya se sienten entumecidas, camino hacia mi mochila para tomar una botella de agua. Tomo lugar en el suelo y rápidamente pienso en las tareas que tengo que hacer luego de salir de la academia.

Me han dejado un proyecto de investigación en parejas en la clase de ciencias y me ha tocado con el chico nuevo que ha llegado a la escuela. Es una persona interesante, no tiene muchos amigos aún y casi nadie sabe nada sobre él. Solo el hecho de que es alguien simpático y divertido, no sé qué tan cierto pueda ser, pues en las clases que comparto con el y entre las pocas veces que me lo cruzo siempre lo veo muy serio. Sinceramente, no sé que esperar, así que me dedicaré al hecho de hablarle únicamente lo que haremos en el trabajo, porque ya lo tengo todo planeado. Me gusta ser algunas veces bastante  perfeccionista y organizada respecto a cosas de la escuela y la academia de baile, pues son las cosas más importantes en mi vida en estos momentos. Es lo que hace que tenga una vida y de alguna manera le da un rumbo.

Mis pensamientos se detienen momentáneamente, Mimi ya está preparando la siguiente canción que bailaremos, ella es realmente hábil en esto, lleva un año y medio en esta academia. Mis padres pasan por mi cabeza, mi padre debe estar trabajando hasta la noche. Es el gerente de un restaurante, por lo que debe irse en la noche cuando cierren y una vez que hayan cuadrado el dinero de la caja registradora. Mi madre ya debe haber salido de la oficina en la que trabaja como secretaria de un médico, debe estar visitando a mi abuelo lo cual son al menos tres horas de camino. Hoy no tengo de que preocuparme, ser hija única significa que no hay hermanos algunos de los cuales cuidar.

Mi vida no es muy interesante, es bastante normal. Algunas veces me pasan cosas interesantes como cuando me llamaron a mi celular hace un mes diciendo que tenían secuestrada a mi hermana, es bastante notorio que no les creí porque no tengo hermanos ni hermanas así que simplemente les dije "Espero que tengan un bueno día, quizás reciban la visita de la policía en su casa ya que yo soy la sargento. Gracias por la llamar y por la invitación" y colgué el teléfono. No fue ingenioso ni divertido, pero me hubiese gustado ver las caras de esos dos desconocidos. Se que eran dos porque sonaban dos voces diferentes y bastante torpes. Como olvidar algo así, pero desde esa vez no me pasa nada, nada que valga la pena contar como alguna anécdota.

Cuando las clases de baile terminan, Mimi se ofrece a llevarme a la casa de mi compañero y yo acepto porque no me dan ganas de caminar con todo lo que nos hizo bailar hoy. Tengo que esperar a que terminé con algunas cosas en la oficina de la academia, le digo que la esperare afuero. Justo cuando salgo del salón de prácticas, la puerta del salón de enfrente se abre y me sorprendo por la casualidad de ver a mi compañero del proyecto de ciencias salir por ella. Él parece sorprenderse un poco también, aún así me saluda y yo se lo devuelvo. Nos quedamos en un silencio incómodo, al menos para mí.

–¿Vas a hacer el proyecto en mi casa hoy?– Pregunta serio pero se le puede notar un poco de timidez, noto como agarra con más fuerza de la necesaria la correa de su mochila. Asiento con mi cabeza en modo de respuesta. –¿Quieres que nos vayamos juntos?- Vuelve a preguntarme y esta vez decido dejar un poco la timidez y responder.

–Esta bien, solo déjame avisarle a Mimi– Asiente con la cabeza y no puedo evitar pensar que parece un juego de quien mueve mejor la cabeza de arriba hacia abajo.

Abro la puerta del salón nuevamente, justo cuando Young Mi se acercaba con una carpeta llena de papeles. Le aviso que me iré con mi compañero y ella solo me dice que le avise una vez este segura. Como ella es mayor, suele ser protectora la mayoría de las veces y no me molesta porque puede ser como una segunda mamá, solo que más moderna y liberal.

Camino junto a mi compañero en silencio, es raro que aun no sepa su nombre. La maestra cuando nos emparejó solo llamó mi nombre y me dijo que con el nuevo. No le di mucha importancia y acordamos rápidamente los días que trabajaríamos juntos y el lugar, nunca dijimos nuestros nombres. Lo que es extraño porque cuando conoces a una persona lo primero que sabes es su nombre.

–¿Cual es tu nombre?– Pregunto de la nada y el me mira por unos instantes sin expresión, su mirada vuelve hacia el frente. Pareciera no querer contestarme así que casi me olvido de esperar una respuesta.

–DaeHyun Miller– Me quedo en blanco por unos segundos y no sé porque pienso en Young Mi al escuchar su nombre, está demás aclarar que va a ser un reto pronunciarlo pues no le tengo la confianza como para llamarlo por algún apodo. –Mi mamá era fan de los coreanos, así que no dudo ponerme un nombre coreano, no tengo ninguna descendencia coreana.– Me aclara al notar un poco por mi rostro el dilema mental que tengo, pues el si que no parece ningún chino ni coreano. No dejo de pensar en que mi vida podría llenarse de coreanos, primero Mimi y ahora este chico con nombre coreano pero que no es coreanos. Creo que es alguna señal del destino.

–De acuerdo, tu nombre será un reto. El mío es Zoe Moore– Irónico es el tener un nombre tan fácil entre nombre raros y difíciles.

Mi compañero, DaeHyun, sonríe de una manera bastante linda a mi vista. Dejando ver sus dientes blancos y un poco de sus encías, siento que es una sonrisa sincera así que me quedo tranquila.

Mis pensamientos vuelan, como siempre, en que esté definitivamente podría ser el comienzo de un año diferente e interesante.

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⏰ Última actualización: May 28, 2019 ⏰

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