A la mañana siguiente me desperté por el sonido de una guitarra proveniente de afuera, lo cual era extraño. Abrí la ventana lentamente, cual chismosa profesional, y resulta que el idiota estaba tocando recostado en su cama. Por suerte estaba de perfil así que no me vio abriendo la cortina y no pude evitar quedar hipnotizada por la melodía que tocaba. Era entre melancólica y a la vez apasionada. De repente aparece su tío en la puerta y yo me puse de rodillas para que no me viera. Parecía algo enojado y regañando al sobrino. Sólo pude pensar JA (voz de Nelson). El tío salió y el sobrino tiró la guitarra a la cama y como si las miradas pesaran, se dio cuenta de mi pequeño momento de espía profesional y automáticamente cerré la cortina. Luego de unos segundos volví a abrirla para asegurarme de que se había ido pero seguía ahí, esta vez con su sonrisa malévola. Genial.
-Buenos días Shakespeare, ya sé que soy irresistible pero estás invadiendo mi privacidad.
-¿Disculpa? –dije haciéndome la inocente.- para tu información no eres el único panorama que se puede ver desde mi ventana. Además, anoche tú invadiste la mía.
-Ah sí, tu pequeño concierto. No podía dormir con todos esos gallos saliendo de tu boca. If you wanna be my lover –dijo con voz aguda. Torcí los ojos.
-Y a ti que te importa mi voz idiota. Es mi problema. Y yo no ando despertando a toda la calle a las 6 de la mañana, en domingo, desgarrando una guitarra. Por favorrr.
-Si claro, tal era mi desgarre que no pudiste poner atención en nada más. –le saqué el dedo corazón.
-¿No tienes nada mejor que hacer imbécil?- le grité, cerré la cortina con fuerzas y me fui a dar una ducha ya que no podría volver a dormirme.
Luego de vestirme (http://adf.ly/1cNOwf) bajé a la cocina a prepararme unas tostadas y algo de jugo. Vi en la nevera una nota que decía:
Papuya, me fui al mercado a traer unas
cuantas cosas para la cena de esta noche.
Hay jugo en nevera. Regresaré pronto.
Mi madre era empresaria así que solía asistir u organizar cenas de vez en cuando. Cenas aburridas de las cuales yo no era demasiado una participante entusiasmada. Hice mis tostadas y desayuné. Cuando estaba por terminar de lavar la loza mi teléfono comenzó a vibrar. Qué raro, pensé. Gaby no suele despertarse antes de las 10. Al terminar con la loza me dirigí a ver mi teléfono. Era mensaje de un número desconocido. Al abrirlo no sé si lo que sentí fue miedo o rabia.
Espero no hayas creído que de ti me he burlado. Tu voz es una melodía que mi corazón jamás había escuchado. Deseo que de mí no te hayas olvidado porque me alegra haberte encontrado.
Lover 1.
Genial. Ahora los bromistas habían dado con mi número. Inmediatamente respondí:
Espero no hayas creído que esto me ha conmovido.
Para este torpe juego o haré sufrir a tu pequeño amigo.
Apagué mi celular y me volví a mi habitación para ponerlo a cargar ya que mamá no me permitía dejarlo cargando por las noches porque puede ocasionar un corto, que llevará a un incendio que causará nuestras muertes o algo por el estilo.
Miré la hora y eran las 8:03 am. Mamá no estaba y me sentía de lo más aburrida. Tomé mi bolso y salí a caminar un rato al parque. Me senté en la esquina de un banco y saqué un libro de mi bolso. Era sobre una jirafa que aprende a amar. No, no es cierto. Era sobre una chica que se enamora de un vampiro pero se pone en peligro por tener una gemela o algo así. De pronto, sentí como alguien se sentaba en la otra esquina pero no lo miré y seguí concentrada en mi libro. Comenzó a acercarse cada vez a mí y me susurró en el oído hola preciosa. Me giré para verlo y era un señor con una cara no muy decente y que olía un poco a alcohol. Inmediatamente me levanté y noté que no había nadie alrededor.
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Only you
Teen FictionA veces sólo tenemos que parar y observar lo que tenemos al frente...