La monotonía había comido por completo el estilo de vida que antes Paola y Patricia llevaba.
Les cuento, Paty siempre fue una chica dedicada al estudio y trabajo, pero cuando Paola llegó a su vida fue como si una bomba atómica hubiera tumbado por completo esos muros o límites que le impidian que saliera de la rutina, que todo lo que estubiera en su mente fuera lo mismo día a día.
Paola siempre fue la tipica chica Fémina y vanidosa la cual tenía cientos de chicos muriendo por ella, aun así ella sentía que ningún chico le era suficiente, y no entendía porque hasta el día que Paty llegó a su vida.
Pasaron los años y decidieron tomar una vida juntas, la boda no se hizo esperar. Al principio les fue difícil despegarse la una de la otra, pero con forme pasaba el tiempo se les hacia más normal no compartir tiempo juntas; por las noches dormían juntas pero lo único que compartían, aparte de la cama, era el cansancio que ambas llevaban encima.
Un día Paty llegó a su casa muy cansada, como siempre era de costumbre, se dirigió hasta su habitación y se quedo muerta en la cama con un sueño más que profundo, una pereza que jamás había experimentado. Pasaron las horas, se escuchó la bisagra vieja de la puerta abrirse, entró Paola
-!AAAAAAAAAAAH! ¡PATY NO!
Paty echó un brinco en la cama del susto, se quedó tiesa, se quedo impactada con lo que vio; Era ella misma colgando del cuello con una soga gruesa puesta desde el abanico de techo. No entendía, ¿cómo era posible eso? Ella estaba sentada en su cama mientras veía, congelada, su cuerpo colgando y Paty gritando.
-¡NO MI AMOR! ¡NO!- cargaba el cuerpo de Paty tratando de bajarla con resultado inutil- No mi vida, dime que no ¡NOOOOOO!- Paola tomó su celular mientras temblaba, llamó a emergencias y acto seguido llamó a su familia.
Paty seguía inmovilizada tratando de pensar que eso no estaba pasando, no podían salir las palabras, lo intentaba, lo juro, su boca solo hacía como si se moviera pero nada.
No tardó en llegar la ambulancia y familiares de ambas (Padres, hermanos, tíos, primos y su circulo pequeño de amigos) Nadie entendía el porque, todo mundo comenzó a culparse en sus mentes tratando de sacar alguna explicación del porqué el acto tan cobarde por parte de Paty.
Erik, el mejor amigo de ambas chicas sacó a Paola de la casa, se la llevó a la cera de enfrente de su casa
-No Erik, no. Esto no es verdad- tapaba con sus manos su rostro mientras las lagrimas brotaban como un nacimiento de agua en las viejas montañas
-No entiendo, no entiendo- Erik trataba de calmarla mientras él se guardaba el llanto y gritos de desesperación que sentía que le recorría todo el cuerpo, desde los talones hasta la nuca.
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Patricia gritaba, gritaba al ver cómo los paramedicos bajan su cuerpo y lo desataban de la soga. Sus gritos eran desgarradores. Nadie podía escucharla, nadie podía verla ni sentirla. Ella trataba de sacudir a las personas que estaban cerca de ella pero al momento de hacerlo era como si fueran de piedra y ella perdiera por completo sus fuerzas.
-No, no, no, mamá no, aquí estoy, mírame mamá, ¡CON UN CARAJO QUE AQUÍ ESTOY!- Se estiraba su cabello, daba vueltas en la habitación, se estujaba al no entender que demonios era lo que pasaba- Paola, ¡Paola! Donde estas amor, donde estas, escuchame.
Paty se salió disparada de la habitación en busca de Paola, la vio sentada del otro lado de la calle con Erik
-Mi amor, mi amor, dime que tú sí me escuchas- Paola seguía llorando al lado de Erik- Amor, aquí estoy. Erik! Erik dile que aquí estoy, dicelo ¡CON UNA CHINGADA, MIRAME!
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Una advertencia de Amor
Teen FictionHola. Esta en una pequeña historia de Amor Lesbica. Sin ofender a nadie, espero y les guste.